Reseña literaria El frío azul, Ramón Caride

Editorial Anaya

A veces, entre las novedades que inundan las librerías cada dos meses y las grandes promociones y lanzamientos que acompañan a determinadas novelas, se nos pueden escapar algunas joyas de la literatura juvenil, menos promocionadas, apenas reseñadas, a las que merece la pena prestar atención y disfrutar de su lectura una tarde tranquila. Éste es el caso de El frío azul, una novela de apenas cien páginas del escritor Ramón Caride, en la colección Espacio Abierto de la editorial Anaya.

Año 1517. Un viajero recorre las frías tierras de la Sierra Martiñá hasta llegar al monasterio de Oseira, donde espera encontrar alguna respuesta a las muchas preguntas que le pesan en su mente y en su corazón. El viajero es Egas, hijo del señor de la torre de Doncos y porta un inquietante bulto y una bella sortija, con las que espera poder ver al abad de Oseira y pedirle explicaciones.

El abad, antes de enclaustrarse en su retiro en las montañas, fue soldado de la reina de Castilla. Su nombre es Lorenzo de Navascués, conde del Nalón y de la Mesa. Además, fue nigromante. Y no siempre estuvo bajo la obligación del celibato. Como hombre libre y joven, se enamoró de Xálima, una bella mora en tiempos en los que los Reyes Católicos obligaban a todos los contrarios a su fe cristiana a salir de los territorios. Y así, llegamos al punto clave de la novela: la historia, pasada, de Lorenzo y Xálima, y la historia, presente, de Egas y su amada, de la que no desvelaremos más para no contaros el misterio. Porque misterio, intriga y giros inquietantes es lo que rodea la trama de El frío azul, que, en apenas cien páginas, engancha al lector hasta el final del último capítulo.

Hay que destacar de este libro la preciosa narración, las atentas descripciones, el amplio vocabulario, los recorridos detallados por el territorio y la cuidada sintaxis que hacen que leer esta novela corta sea un auténtico placer. Sin duda, una recomendación a ojos cerrados para cualquier lector al que le guste perderse por las historias con algo de magia situadas en la Edad Media española.