Revista Cultura y Ocio

Reseña literaria El nombre del viento, Patrick Rothfuss

Por Eltemplodelasmilpuertas @Templo_Revista
Editorial Plaza y Janés
El nombre del viento Patrick Rothfuss

El fenómeno Rothfuss ha llegado a nuestras librerías. Viene con una carta de presentación excelente, aunque por otra parte algo manida: “El nuevo Tolkien”, “El sucesor de George R. R. Martin”, “Una historia digna de las plumas de Le Guinn y Sapkowski”, “Pura poesía”. Como no queremos que estas afirmaciones os desanimen en vez de picaros la curiosidad (y es que hemos oído y leído estas frases tantas veces que ya, como la mayoría, desconfiamos bastante de ellas), vamos a intentar desentrañar qué es lo que ofrece esta historia que ha enganchado ya a miles de seguidores.

En la taberna de Roca de Guía la mayoría de las noches se cuentan historias. El posadero, que rara vez interviene en ellas, está sin embargo a punto de emprender el relato de una muy especial. La suya.

“He robado princesas a reyes agónicos. Incendié la ciudad de Trebon. He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo. Me expulsaron de la Universidad a una edad a la que a la mayoría todavía no los dejan entrar. He recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar ni siquiera de día. He hablado con dioses, he amado a mujeres y he escrito canciones que hacen llorar a los bardos. Me llamo Kvothe. Quizá hayas oído hablar de mí.”

Es así como empieza el relato, contado por su propio protagonista, que está dispuesto a deshacer la leyenda que lo rodea. Si esto lo hace más grande o por el contrario lo desmitifica, es algo que los espectadores dirán, pero es una historia que merece ser oída. Durante la narración, que durará tres días y de la cual El nombre del viento sólo recoge el primero, asistiremos a las peripecias del joven Kvothe con los Ruh, su familia, sus primeros contactos con la magia, la verdadera magia, no la de las leyendas, y veremos como el ansia de conocimientos, muchos de ellos peligrosos para él, lo llevan a sendas cada vez menos iluminadas.

Aparentemente esta historia no ofrece un cambio sustancial en la que pudiera ser prototípica de otro relato de fantasía épica. Tampoco creemos que lo pretenda, el autor se limita a contar lo que quiere contar y hemos de admitir que lo hace muy bien. Es un texto al que hay que dedicarle tiempo, pues es fácil que al principio sus casi novecientas páginas nos desanimen, pero una vez iniciada la historia de Kvothe estamos seguros de que querréis saber el final. Desgraciadamente esa es una recompensa que no se obtiene al acabar el libro, que forma parte de una trilogía, pero al menos el lector sabrá un poco más de la interesante vida de este personaje y acarreará a sus espaldas unas horas de lectura apasionantes.

Desde El Templo os animamos a que abráis la puerta de Roca de Guía y os sentéis a escuchar el comienzo de la historia de Kvothe. Sin duda promete.


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