Reseña literaria: La Selección #4: La heredera

La Selección #4: La heredera
Autora: kiera Cass
Editorial: Roca
Etiqueta: juvenil
Contenido: romance, amistad
Edición: 2015
Páginas: 320
Precio en papel: 14,95€
Precio en digital: 6,99€
SINOPSIS:
La esperada y aclamada cuarta entrega de la serie La Selección.
Veinte años atrás, America Singer concursó en La Selección y conquistó el corazón del Príncipe Maxon. Ahora ha llegado el momento de La Selección para la Princesa Eadlyn. Ella no espera que su Selección vaya a ser la gran historia de amos como lo fue la de sus padres, pero al comenzar la competición, ella descubrirá que para descubrir su propia felicidad no será tan imposible como ella siempre había pensado.
EN NOVELAS ANTERIORES:
Reseña de La Selección.
Reseña de La Élite.
Reseña de La Elegida.

LA HISTORIA CONTINÚA EN:

Junio de 2016 en España.

OPINIÓN PERSONAL:
La Selección es una saga que, en mi opinión (y como ya dije en las últimas reseñas), dejó todo el componente distópico y la crítica social sin explotar lo que debiera, una verdadera lástima, ya que había mucho de lo que hablar. Se le dio relevancia en algunas partes, pero fue quedando relegada a un segundo plano. Pese a que aparecían los rebeldes y se crearon situaciones de conflicto muy interesantes, primó el reality que da título a las novelas, así como las relaciones románticas entre los protagonistas. Digamos que todo el aspecto social permanece como telón de fondo. En esta novela nos acercamos más a la vida de un monarca, de un líder, a su día a día y las cosas a las que deben hacer frente a nivel político.
Los anteriores libros estaban protagonizados por America, una chica con carácter y buen corazón, alguien de férreos principios, lo cual hizo que se ganara nuestro respeto. Esta nueva hornada está protagonizada por Eadlyn, una chica muy distinta a nuestra Mer. Es aparentemente vanidosa, en ocasiones despectiva y podría pasar por calculadora, por lo que le ha costado ganarse mi afecto, la verdad. Pero en su favor diré que tiene el peso del reino sobre sus hombros, ha sido educada para dirigir pronto el país y eso no es moco de pavo. Además, la princesa evoluciona a lo largo de la novela, va cambiando conforme se abre a quienes le rodean, ese grupo de jóvenes que intentan conquistarla y que a los lectores nos ganan gesto a gesto. Es lo mejor de esta cuarta novela de La Selección, el cómo la protagonista madura y va deshaciéndose capítulo a capítulo de los muros que ha erigido alrededor de su corazón, esos que protegen a la chica tras el título. Me gustan las reflexiones de la protagonista, cuando mantiene una lucha interna entre la Eadlyn futura monarca y la Eadlyn adolescente.
La Selección se ha dado la vuelta y en esta novela es ella la que porta la corona y debe escoger entre varios de sus súbditos. Lo que en un principio comienza como una simple distracción para el pueblo, comienza a afectar a la princesa, que se ha creado una barrera difícil de derribar, pero no imposible.Me ha gustado reencontrarme con los protagonistas de las novelas anteriores, aunque no los he reconocido en la mayoría de los casos, es como si la autora hubiera obviado sus personalidades pasadas y las hubiera modificado por completo. Sé que los años y las vivencias hacen que maduremos y cambiemos, pero de verdad que no he visto apenas atisbo de las personas que fueron America, Maxon o Aspen.Los secundarios son quizá lo que más me ha gustado, empezando por Kile. Creo que nos dará mucho de qué hablar en la siguiente novela. Entre él y Eadlyn hay mucha química y tensión no resuelta, lo que siempre da juego. Henri me ha parecido simplemente adorable, alguien al que vale la pena conocer, un chico con una ingenuidad pocas veces vista. Erik también me ha encantado, es el traductor de Henri y una persona de esas a la que apetece acercarse, abrirse, alguien en quien confiar.
También me han entrado más ganas de conocer en profundidad a los hermanos de Eadlyn, sobre todo a su mellizo Ahren, que es quien siempre está ahí para animarla y aconsejarla, el que de haber nacido unos segundo antes hubiera cargado con la responsabilidad del cargo de heredero al trono el futuro de un país todavía convulso.
Sí, el tema político queda en un segundo puesto, pero por suerte no desaparece. De hecho, toma fuerza en los últimos capítulos. Illéa ha sido liberada de las castas gracias a los nuevos monarcas, pero aun así hay quienes se rebelan y desean la erradicación de la monarquía y de cuanto representa...
El ritmo es pausado, en algunos momentos incluso se me ha antojado un poco como el día de la marmota: la protagonista se levanta, hace sus tareas, tiene un cita y se queja al lector de sus ganas de independencia. Por suerte, hay escenas que me han arrancado más de una sonrisa, incluso algún suspiro, además de algunas sorpresas en las últimas páginas que concluyen con un cliffhanger.
En conclusión, La Heredera nos presenta una nueva generación de personajes y nos acerca a los que ya conocemos, y aunque no termino de empatizar con la protagonista, me gusta que esta evolucione a lo largo del libro. La historia tiene altibajos, pero aun así he de reconocer que quiero saber cómo continúa, principalmente por Kile, que me ha encantado.
Lo mejor: algunos participantes de la selección, principalmente Kile y Henri. También Erik.
Lo peor: la personalidad de Eadlyn durante los primeros capítulos.
VALORACIÓN: