Cuánto tiempo busqué este libro, muchísimo, termine comprándolo en las vacaciones porque en mi ciudad no lo conseguía, lo vi y sabía que tenía que llevarlo sí o sí, desde que termine de leer Si decido quedarme tenía la gran necesidad de conseguir este libro, que junto con el anterior se han vuelto unos de mis favoritos.Realmente no sabía qué me esperaba en este segundo libro, pero sin duda la genial autora logró deslumbrarme una vez mas.Esta vez la historia es contada desde la perspectiva de Adam, lo que en otro momento no me hubiera gustado en absoluto, pero esta vez no me sucedió porque me ayudó a conocerlo mas y también a entender la historia completa, ya que en mi opinión Gayle no deja ni un pozo sin rellenar, lo que me encanta.Ya conocemos al rockero y amoroso Adam, pero en este libro es prácticamente otro, ya que después del accidente, Mia finalmente ingresa a Juilliard y allí comienza una nueva vida, por lo que la historia comienza con un Adam destrozado hasta lo más profundo, que no siente interés por nada, sus cambios de humores son muy frecuentes, su relación con la música y la banda ha cambiado drásticamente, y ahora todos los tildan de antipático, creído y arrogante. A veces me sentía reflejada en él, ya que muchas veces quería algo y lo exigía, pero cuando lo tenía no sabía qué hacer con ello; también por la tendencia que desarrolló de ocultar todos sus sentimientos tras la rabia, todo el temor, miedo, vergüenza, tristeza que sentía quedaba disfrazado de ira.Entonces así empieza la historia, contando la actual vida de nuestro protagonista en Los Ángeles, la cual se ha convertido en una locura.Una noche, como por casualidad, termina asistiendo al Carnegie Hall donde ve a Mia tocar el violonchelo como los ángeles una vez más, y así sus caminos se vuelven a cruzar después de mucho tiempo.En este segundo libro tenemos a una Mia mucho más madura, seria y correcta, en momentos llega a ser cruel y me daban ganas de agarrarla y zarandearla por eso. Pero es aquí cuando cuenta cómo lograr superar todo el trauma de su familia, y cómo siguió adelante.También vemos madurar mucho a Adam a lo largo del libro, lo vemos entender y superar todas esas cosas que habían convertido su vida en un infierno.Tengo que decir que me encariñe muchísimo con estas dos personitas.Aunque no sabía qué esperar del libro, la historia me impactó, creo que no es lo que hubiera esperado pero fue todavía mejor, a veces me daban ganas de llorar por lo mal que iban las cosas pero en un último momento el libro da un giro, y yo no podía más de alivio, pero no diré nada mas para no spoilear el libro.
La historia, como no podía ser de otra forma, está narrada exactamente igual que en Si decido quedarme, con trozos de recuerdo a medida que el relato avanza. La prosa de la autora es atractiva y fácil de leer, como me sucedió con el anterior, este libro también me duró menos de un día en las manos pero realmente estoy muy contenta de haberlo elegido.¡No lo duden, este libro no puede faltar en sus estanterías!
Y cuando ya todo el libro era perfecto y pensabas que se acabó lo que se daba, Forman nos da un epílogo bien original en forma de un artículo de revista para contarnos mas o menos como sigue la vida de nuestro protagonista.También, como la música forma una parte tan importante en la historia, nos da un playlist al final del libro (el que escucho de fondo mientras escribo esto), y las hermosas letras que compone Adam.