Reseña: Los jardines de la luna de Steven Erikson

Título: Los Jardines de la Luna (Libro de los caídos #1)Autor:  Steven EriksonEditorial: Ediciones BISBN: 9788466660877Páginas: 784Año de publicación: 2017Precio: 25,00€Tras guerras interminables y amargas luchas internas, el descontento se ha apoderado del Imperio de Malaz. Incluso las tropas imperiales, siempre ansiosas por derramar sangre, necesitan un respiro. Sin embargo, las pretensiones expansionistas de la emperatriz Laseen no tienen límite, más aun cuando son reforzadas por sus temibles agentes de la Garra. El sargento Whiskeyjack y su escuadrón necesitan tiempo para llorar a los muertos del último asedio, pero Darujhistan, la última de las Ciudades Libres de Genabackis, los espera; en ella ha puesto la emperatriz su mirada depredadora. El Imperio no está solo en este juego. Las fuerzas siniestras conspiran dentro y fuera de las sendas mágicas, y hasta los dioses se preparan para la batalla…
Cuando de repente dejas que el factor hype guíe tu lista de lecturas y que twitter te enseñe cosas maravillosas y estupendas, al final puedes meterte de cabeza en un lío importante.  El libro de los caídos es una saga de la que he oído maravillas encumbradas por mi time-line, que me ha llevado a tener muchas expectativas hacía esta novela, el punto de partida de una saga de diez libros con muchas otras novelas para complementar la historia con lo que podemos estar hablando de casi treinta trabajos. Es muy, pero que muy impactante. Como lectores en general a algunos nos gusta picotear de todas partes, y una saga como esta es a todas luces un compromiso de lector a autor para mucho tiempo.  Así que lo primero que hice al abrir este libro fue leer la nota del autor, esa introducción a la perspectiva con la que aborda este autor una saga tan amplia y comprometedora me dejó más que satisfecha. Su punto de vista, su perspectiva de la historia y sus advertencias hacen que se aborde la novela con más realismo que las alabanzas de twitter.  En cuanto a la novela, que para eso estamos aquí, he encontrado una historia en la que el autor te introduce de forma abrupta a un mundo colmado por personajes, intrigas, magia, dioses, rencillas y un oscuro pasado. Al principio la novela parece cumplir con el dicho aquel de "cualquier tiempo pasado fue mejor" mostrandonos las consecuencias de la continua pugna del Imperio por ampliar sus fronteras, su cultura y su uso de la magia mientras recuerda superficialmente como era la institución antes de que el último emperador de Malaz muriera a manos de la actual emperatriz y abriera una nueva senda de magia cuyos cabeza de cartel están dispuestos a todo con tal de vengarse del Imperio, de la Emperatriz.  En Malaz la situación política es delicada, se yergue sobre un lecho de muerte, destrucción y conquistas una confianza endeble reforzada por el temor y el poder que ejerce la Emeperatriz Lassen, que en esta primera entrega es un personaje más bien simbólico rodeado de un aura que mezcla misterio y acusaciones por todos sabidas y calladas en función de lo que valoren su vida. Pero el objetivo ulterior del Imperio es expandirse, conquistar. Los territorios de la península de Genabackis donde se emplazan los reinos conocidos como Siete ciudades, uno a uno van callendo con la increíble resistencia de Luna, una ciudad flotante controlada por los Tiste Andii, seres de antigüedad innominable que se han enfrentado en todo monento a la expansión malazana. Tras su derrota en Pale  acuden a la defensa del último bastión, Darujhistan la ciudad nacida del rumor, con la intención de frustrar los planes de la Emperatriz.  El regente de Luna no lo tendrá fácil, pondrá en marcha sus magos-guerreros cuyo valor inigualable para la guerra que se avecina es lo único que puede hacer frente al ingenio del Imperio.  Los rescoldos de lealtad al último emperador se encuentran también en el punto de mira de la Emperatriz que pretende eliminar de sus filas toda resistencia plausible. Relegados un segundo plano lamentable, los Abrasapuentes ven refucidos sus recursos y su personal hasta lo insignificante, son destinados a una bien sabida misión suicida que aceptan con aparente estoicismo y el temor de perder más vidas de las que puedan soportar antes de desaparecer de las entrañas del Imperio.   Paran es joven, descendiente de una de las escasas casas nobles que sobrevivieron a la quema que puso en marcha la Emperatriz para purgar el Imperio de lealtades nocivas para su gobierno, convertido en soldado por vocación se encuentra con terrible y enigmático evento cuando descubren kilómetros de costa llena de cadaveres que desenmascaran una terrible amenaza para el Imperio.  Las diferentes líneas de acción que ponen en marcha se entrelazan con maestría sin llegar a embrollarse de forma caótica por el bien del misterio. El autor compone un partida de cartas con muchos elementos libres que juegan en su propio beneficio y dan un espectáculo intenso, cargando de tensión e impacientando al lector en el avance mientras se hace evidente que nada acabará cerrado por la vía fácil u obvia.  Es una historia colmada de personajes fuertes y carismáticos que guían la novela, el único en ver todas las piezas en el tablero es el lector y se aprecia como la acción de los personajes sigue una lógica influida por sus convicciones, sus conocimientos y su carácter particular.  El conjunto parece un caos de caminos a medio recorrer y con un final poco claro.  La trama se dibuja basta a grandes rasgos con muchos frentes abiertos, muchos detalles desconocidos para el lector y los personajes, pero con una claridad meridiana que permite esbozar rápidamente un perímetro que delimite la motivación de las numerosas subtramas que encontramos en pleno apogeo. A medida que avanzamos en la lectura los objetivos de esta primera novela se van definiendo ostensiblemente acotando así la importancia de esta primera parte como inicio de una historia cargada de  intrigas y desencuentros.