Reseña, muertos prescindibles

   Después de cosechar un rotundo éxito con sus anteriores novelas “Secretos imperfectos” y “Crímenes duplicados" ambos de la serie Bergman, los escritores Michael Hjorth y Hans Rosenfeldt nos tren un nuevo caso de este detective tan peculiar.
“En las montañas de Jämtland dos mujeres hacen un descubrimiento macabro: del suelo sobresalen los huesos de una mano. La policía local llega a la escena del crimen y no encuentra uno, sino seis cuerpos; entre ellos, el de dos niños. Todos fueron asesinados por un disparo en la cabeza.No hay testigos, no hay pistas y nadie ha denunciado ninguna desaparición… Cuando el equipo de Torkel Hölgrund acude al lugar de los hechos para hacerse cargo de la investigación, todo se complica. El psicólogo criminal Sebastian Bergman atormenta a todos con sus problemas personales consiguiendo, una vez más, que las tensiones vayan en aumento.”
   En cierto modo el caso queda relegado a un segundo plano para dar protagonismo a los personajes de la trama, en especial a Sebastian quien da nombre a esta serie. Algo por supuesto que me ha decepcionado en cierto modo porque la investigación tenía mucho que ofrecer pero no se ha desarrollado lo suficiente como para lograr mantener en auténtico suspense al lector. Aunque todo comience con seis cuerpos en un lugar recóndito, los escritores logran darle una vuelta completamente  a la trama. Sin duda, es destacable el modo en el que desarrollan la evolución de la investigación, son imaginativos, y un tanto críticos con algunas situaciones sociales y políticas de su país sobre todo en relación con la inmigración, o al menos en esta historia.

A lo largo de la serie hemos ido descubriendo las diferentes personalidades y sus evoluciones de los diversos personajes a través de los tres libros. Es interesante conocerlos en profundidad para así lograr conectar aún más con la historia, pero desde mi punto de vista no se debe dejar de lado los crímenes y la historia como si fueran un mero atrezo, si lo que queremos es un historia de asesinatos e intriga.Yo iba empatizando con este personaje, encontrándome a gusto con él y sus vicisitudes y esa manera un tanto destructiva de comportarse, pero en esta última entrega me parece abusivo el control y el protagonismo que adquiere Sebastian en el conjunto de toda la novela. Los autores nos marean con tantas vueltas. Lo convierten en alguien caprichoso e irracional. Me he sentido un tanto frustrada y me ha dado la impresión de estar delante de una telenovela en la que tan solo hay malos entendidos y contratiempos cada dos por tres, cambiando constantemente los odios y amores entre los diversos personajes.

No sé si continuaré con la siguiente de la serie, si es que esta se publica, que tampoco lo sé; y no es porque no hubiera encontrado interesante la manera de escribir de estos dos escritores o que en cierto modo disfrutara con el caso que nos ocupaba, sino porque me dio rabia ver como juegan con los personajes enfrentándolos constantemente entre ellos. Ahora te quiero, ahora te odio, y así constantemente. Yo creo que puedo pasar sin todo este rollo de desamores y centrarme en otras historias que me tengan en vilo intentando descubrir al asesino y no en ver si dos personas terminan por caerse bien. Por supuesto todo esto es algo personal que nada tiene que ver con la calidad de la novela, pero esta ha sido mi impresión y así os la he contado.