Reseña, no mires atrás

Llevo un tiempo que cambio constantemente de género y hoy le ha tocado a un thriller. No llego a comprender como hay algunos lectores que se acomodan en un estilo, en mi caso si por un casual eso sucediera, me daría la sensación de que todos son iguales. Yo les animo a que salgan de su espacio de confort y se arriesguen, hay grandes historias que les están esperando más allá de lo conocido. Esto último me ha quedado como muy futurista.
El libro que acabo de leer es “No mires atrás” de la escritora australiana Jaye Ford. Este ha sido, de hecho, su primer libro.
Como cada año, Jodie, Hannah, Louise y Corinne se disponen a disfrutar de un fin de semana solo para chicas, libres de maridos exigentes, ex insufribles y niños incansables. Champán, chocolate, muchas confidencias y pocas formalidades en un granero modernizado del Outback australiano. Un entorno perfecto para los que buscan aislarse... pero también el lugar ideal para quienes tienen algo que ocultar. El fin de semana empieza a estropearse cuando, de camino al pueblo de Bald Hill, un vehículo empuja el coche de las amigas fuera de la carretera. Y acaba de torcerse cuando la visita nocturna de dos tipos siniestros dispara la paranoia y el pánico de Jodie. ¿Es víctima de sus propios fantasmas o se enfrentan a un peligro real? Poco a poco, va a descubrir que la muerte se siente a sus anchas en los alrededores del viejo granero. 
Uno de los aspectos que más destacan en esta novela son sus personajes, nos los presentan debidamente para que empatices con ellos y así sufras más con todo lo que la escritora les tiene preparado. En cuanto a los protagonistas, los dos llevan una mochila un tanto pesada que determinará sus pensamientos y el modo de comportarse, sus secretos pasan a forma parte de esa otra trama que tienes que descubrir. Esto permite a la escritora que estés pendiente por saberlo todo de ellos, además, algunas de las conversaciones entre ellos no tienen desperdicio. 
Al presentarnos a los personajes con un pasado trágico, especialmente el de la chica, cuando comienzan a suceder todos los desastres uno detrás de otro, nadie la cree e incluso ella misma pone en entredicho su propia cordura lo que aporta un plus  más de intriga y acción.
A pesar de que no es una novela romántica si existen visos de algo similar en el desarrollo de los acontecimientos, de hecho es lo que determina que las cosas sucedan como lo hacen y no de otro modo. Pero como he dicho, es principalmente un thriller que no te da respiro siempre sucediendo algo, en la que intervienen altas dosis de sangre, sin ser demasiado explícitos,  manteniéndote en constante estado de alerta para ver que va a suceder a continuación.
La parte negativa, que si la tiene, es que hay partes que chirrían, no sabes por qué la escritora lo ha encajado de ese modo tan forzado y como suele suceder en este tipo de historias con tanta acción, golpes, disparos y sangre, no es para nada creíble que los protagonistas, o al menos uno de ellos, siga manteniéndose en pie con tantas heridas que tiene en su cuerpo. Por mucha adrenalina que genere tu cuerpo en ese estado de estrés, tendrían que ser superhéroes, vamos. 
A pesar de esos puntos negativos, si eres capaz de dejarlos atrás, podrás disfrutar de un thriller que va a una velocidad vertiginosa en la que no existe una sola página que no te acelere y tengas ganas de seguir leyendo. Una trama muy bien montada, que te mantiene en vilo con algún que otro toque de humor y en la que se vislumbra un romance. Una novela perfecta para entretenerte  y olvidarte de todo por unas horas, yo la leí de un tirón y me dieron las tantas. Así que, no mires atrás y corre.