Reseña: Otelo

Título: Otelo
Autor: William Shakespeare
Editorial: Alianza
Género: Teatro, tragedia
Páginas: 239
ISBN: 978-84-206-0892-1

Dentro de la amplia galería de personajes que a lo largo de las obras de William Shakespeare (1564-1616) encarnaron las más universales y comunes pasiones que mueven la naturaleza humana, Otelo ha pasado a representar el hombre destruido por los celos. Sin embargo, el tema crucial y más general de la obra es la desconfianza. Movida por este veneno que se esparce por sus diálogos e impregna las relaciones entre parejas, ya sean hombres y mujeres, ya jefes y subordinados, esta tragedia sigue resultando, hoy como ayer, una lectura tan subyugante como poderosa.

Clásico entre los clásicos la lectura de cualquiera de las obras de Shakespeare es siempre una elección acertada. Hace apenas un año tuve el gusto de leer Romeo y Julieta y desde entonces comencé a interesarme por el autor, gracias al cielo que lo hice.
Otelo nos presenta una obra majestuosa de amor corrompido por la mentira, el engaño y las argucias del egoísmo. Con unos personajes principales perfectamente forjados, una trama de ritmos conjugados por la reflexión y la acción, un lenguaje increíblemente bello y debido a su atemporalidad, la obra atrapa al lector de principio a fin.
Al tratarse de género teatral su lectura es bastante rápida pues solo alberga diálogo. Sin embargo, la belleza del mismo nos perfila a unos personajes muy complejos. Me asombra, sobre todo, el cambio tan espectacular que sufre el propio Otelo a lo largo de la obra, cómo se deja atrapar por los engaños del sutil Yago y cómo es, después de todo, la víctima de toda la tragedia. Su final, digno de la obra, la cierra de una manera espectacular, acongojando a aquel que la lee.
Sin duda, ha sido una de las mejores lecturas del año, hasta ahora. No puedo ponerle si quiera un pero a la obra de Shakespeare, un auténtico genio que recomiendo y alabo.
 -¡Oh, mi señor, cuidado con los celos! Es el monstruo de ojos verdes que se divierte con la viandaque le nutre. Vive feliz el cornudo que, cierto de su destino, detesta a su ofensor; pero, ¡oh, qué condenados minutos cuenta el que idolatra y, no obstante, duda; quien sospecha y, sin embargo, ama profundamente!
¿Y vosotros? ¿Os dejáis llevar por los celos? Desde el blog os digo que debéis, sin dudarlo, leer a Shakespeare. 
5/5 ¡Tienes que leerlo!