El viernes noche terminé Perdida, y creo que ha dejado en mí un hervidero de ideas en la cabeza que no me dejan dormir, pues estoy escribiendo esto hoy domingo, a las seis de la mañana. Despertar y pensar únicamente en postear, postear y postear empieza a ser preocupante…
Lo primero que debo decir es que no puedo hacer esta reseña como otra reseña cualquiera. Y es que me puede: ¿sabéis cuando os cuentan un secreto y, como secreto que es, lo guardáis, pero la reacción a la acción de ser discretos son unos dedos llenos de padrastros y uñas a medio morder? Bueno, pues por mucho que me lo pidáis no os voy a colgar una foto de mis desastrosas manos. Y es que en esta reseña no os voy a decir NADA (aunque por la extensión parezca que sí). Eso sí, voy a dejar unos cuantos spoilers ocultos, porque me puede el llevar yo sola toda la carga y quiero que si alguien ha leído el libro, marujee conmigo y comente; y que cuando lo hayáis leído vosotros vengáis y marujeéis entonces, porque necesito a alguien con quien comentar la brillante jugada de Gilyan Flinn.
En un calurosos día de verano, Amy y Nick se disponen a celebrar su quinto aniversario de bodas en North Carthage, Missouri. Como todos los años, Amy ha escondido sus regalos y ha colocado la primera pista en el dormitorio para que Nick la encuentre. Nick, por su lado, espera hasta el último minuto para comprarle el regalo a Amy. En esta ocasión, sin embargo, no hará falta regalo, porque Amy desaparece esa misma mañana sin dejar rastro. Inevitablemente las sospechas recaen sobre Nick: después de todo, todo el mundo sabe que en el setenta por ciento de los casos el asesino es el marido.
Cuando abrimos Perdida nos encontramos con Amy en su diario, y con Nick durante el día D. Alternando capítulos vamos conociendo a ambos protagonistas: dos historias paralelas que están más unidas de lo que les gustaría a ambos. Debo empezar diciendo que son dos protagonistas, la trama recae en Amy y Nick a partes iguales, pero la principal (aunque “no esté presente”) es Amy: Giliann Flynn ha creado a uno de los protas más interesantes con los que me voy a topar este año, ya lo digo toda segura.
El libro se divide en tres partes, pero serían más bien dos. La nota del sobre en el que venía la novela rezaba “No has leído nada igual”, podría decirse que no, aunque este “no” tiene sus matices: durante la primera parte de la novela piensas, pues señor/a que me ha enviado el paquete, me ha timado usted un poco demasiado… Nos encontramos con una desaparición y una investigación policial típica de esas películas de domingo por la tarde que, aunque no llega a ser tan cutre como tales films, sí que puedes rebatirle a la frase con la que te incitaban a leer el libro: una desaparición, sangre, un posible asesinato, unos policías rondando, un diario escrito por Amy en el que leemos su pasar a través de los años y en la que ves que la vida de su matrimonio era como la de muchos otros: pura fachada,…
En el diario de Amy vemos como el personaje evoluciona y deja de querer ser La chica Enrollada para dejar de complacer a su marido y ser ella misma, cosa que desencadena muchos de los problemas de un matrimonio que resulta no estar tan bien avenido como hacen creer a los demás. ¿Qué pasa? Pues que hasta aquí puedo leer, porque cuando pasas esa página impresa en gris en la que pone “Parte dos”, el libro - la situación - estalla casi literalmente entre tus manos. **SPOILORAZO** ¡¡¡JA!!! La atormentada Amy, esa que escribía en su diario el miedo a su marido, a su posible mal trato, esa que quería comprar una pistola por si las moscas, esa que se sentía cada día más atrapada, que nos tenía engañadas y sentíamos empatía hacia ella porque es mujer y podemos llegar a entenderla………… sonará fatal escrito, pero no puedo expresarlo de otra manera: ES UNA PUTA LOCA!!!!!!!!! De una página a otra pasas de estar sintiendo pena por Amy a querer contratarle un psiquiatra, y la cosa no queda así, porque el sentimiento que hace despertar en ti el personaje se agrava cuando vas pasando las páginas y vas viendo de lo que es capaz Amy para inculpar a su marido (¿desangrarse ella misma?? ¿Envenenarse ella misma?? ¿cargarse un tipo para crear otra mentira que la excuple?? ¿escribir un libro ella misma porque su marido no se disculpa públicamente y así se sentirá como que, aunque sea en personaje, le está pidiendo perdón? madre mía, madre mía), simplemente por salirse con la suya y humillar a Nick públicamente; porque esta mujer nunca ha estado bien de la cabeza, Gillian Flynn ha creado un personaje manipulador y desquiciado, Amy es grandiosa, pero está jodidamente loca. **FIN SPOILORAZO**
La novela empieza más bien pausadamente (por el hecho de que es una trama policial convencional), pero va subiendo poco a poco, sin que te percates, la autora juega con el subconsciente del lector para dejarlo KO en cuanto le parece que es el momento. Y es que llega un punto en el que estás desesperada por saber qué está sucediendo, y la autora aprovecha ese momento para acabar de dispararte la adrenalina. Porque en cuanto atraviesas la barrera te das cuenta del poder de las palabras y el poder de una escritora, capaz de manipularte hasta límites insospechados. **SPOILER** Pasas de querer ver encerrado a Nick por todo lo que le está haciendo pasar a Amy, que tela tiene también, a querer que Nick se tope con ella y la mate de verdad de una vez por todas **FIN SPOILER**
A la autora le gusta enrollarse como una persiana, es de esas novelas que te cuentan que están con esto, se van a aquello que está relacionado con esto, y después vuelven como si nunca te hubieran dicho nada de aquello. Empezar se hace un poco lento, y llegar hasta el punto en el que no puedes parar quizá resulte difícil para muchos (las ganas de saber el qué le podrán a más de uno), pero sin darte cuenta te ves atrapado en su narración y cada vez que cierras y dejas el libro para continuar un rato con tu vida (la gente come y esas cosas) te puede la necesidad de volver a él y ver qué más ha ideado Gillyan Flinn con esa mente perversa.
El libro está narrado en primera persona por ambos protagonistas, y los diálogos son más bien escasos, pero lo que tienen que contarte Amy y Nick hará que no le eches cuentas a ese detalle. Sí que Nick puede resultar un tanto cargante, pero es parte de su personalidad.
La autora introduce reflexiones, quizá detalles tontos en los que nunca te has detenido a pensar, a través de ambos personajes y sus discursos interiores (Ej: pag.400 “(Otro buen ensayo: ¿quién selecciona el porno para los centros de fertilidad? ¿Quién juzga qué material es susceptible de resultar estimulante para los hombres sin resultar excesivamente degradante para todas las mujeres que aguardan fuera del pajeadero, las enfermeras, las doctoras y las esperanzadas y hormonadas esposas?”) y eso hace la interacción con esta novela sea algo bidireccional: no es únicamente sentarte y leer.
Debo reconocer que hay una parte, de cara a la parte tres, que da la sensación que es como una torre de cubiletes y que a la autora se le va a desmontar: parece que se le está yendo de las manos y que empieza a no sostenerse, pero la dirección que acaba tomando, aunque podría haber estado a la altura de la segunda parte, no está mal, y acaba llegando a un punto que da también mucho juego.
¿El final? Pues debo reconocer que esa última página no me ha gustado pero, ¿realmente puede haber un final a la altura? Creo que ningún final que pueda tener esta novela dejará contento al lector, podría haber sido otro y me hubiera quejado igual, y cuando la leáis me entenderéis. **SPOILER** Amy se queda embarazada intencionadamente, y Nick en vez de llegar hasta el final y hacer que la encierren por psicópata, se queda con ella… Porque dice que en el fondo son tal para cual… Vale, sí, es un final diferente y no le queda mal al libro, pero yo quería que el mundo viera el monstruo que es Amy!! **FIN SPOILER**
Nia
Por fin un “fenómeno del año” que no contiene las palabras Cincuenta Sombras, Ochenta melodías y derivados tales.
¿Podréis esperar al 4 de abril?
Puzzle Bobble
Karate Blazers
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Magical Cat Adventure