Reseña | Susurros en el acantilado, María González Pineda

Sara Bosch no se imagina las sorpresas que le tiene preparado el destino. Cuando recibe una citación, la joven no puede creer que sea la heredera de su padre, quien creía muerto antes de que ella naciera. Su herencia no es otra que una inquietante casa en un acantilado. Esa casa tiene algo especial y en Sara se despierta un don que conlleva un gran poder que no sabe controlar; eso la llena de ansiedad.

Roberto está dispuesto a cualquier cosa para poder entrar en la casa del acantilado. Cuando en un encuentro accidentado en la playa, conoce a Sara, lo tiene claro: va a enamorarla para acceder a la propiedad. Pero su plan no tarda en desmoronarse. El cazador termina siendo cazado, pero ¿será el amor suficiente para renunciar a sus planes?

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Susurros en el acantilado de María González Pineda es una novela con una historia interesante, llena de misterio y con una muy buena premisa, sin embargo, tras su lectura tengo que decir que no era lo que yo esperaba. Así pues, me he encontrado con una trama poco creíble, con un romance apresurado, forzado y con personajes que no me transmitían, lo que en muchos momentos me terminaba superando, contribuyendo todo ello a que no disfrutara de la historia y sintiera que esta novela no era para mí.

Sara es una joven que necesita alejarse de la tóxica relación que mantiene con su novio, por lo que cuando le llega una extraña carta de un abogado para acudir a la lectura de un testamento cierra su galería de arte y pone rumbo hasta el destino indicado. Así pues, una vez se reúne con el letrado y el resto de personas convocadas descubrirá que es la heredera de un padre que no conocía, pero que le ha dejado una preciosa casa en el acantilado y un millón de misterios por resolver.

Roberto estudia para entrar en el cuerpo de policía siguiendo los pasos de su padre. No obstante, pronto descubrirá que los que creía que eran sus progenitores no lo son, en cambio el hombre que es sangre de su sangre lleva años encerrado por el asesinato de su madre. Esta dura noticia cambiará su mundo y lo llevará a conocer a una persona por la que no siente nada, que proclama ser su padre y que le pide que limpie su nombre de un crimen que él no cometió y del que todas las pruebas encontraban terminaban inculpándolo.

De esta forma, Roberto irá hasta la casa del acantilado, el hogar de sus padres y el suyo propio, aunque no lo recuerde, un lugar lleno de sufrimiento y muerte. Sin embargo, existe un problema, la nueva inquilina le impide entrar e investigar libremente, por lo que intentará ganarse su confianza y colarse sin ser descubierto. Asimismo, Sara tras recibir su herencia se trasladará hasta la casa dejaba por su padre haciendo de ella su nuevo hogar, un sitio que es suyo y que le hace sentirse bien. No obstante, desde su llegada percibe que algo extraño sucedió entre esas paredes, una tragedia que la golpea y la llena de dolor y miedo, por lo que empezará a sentir y oír cosas que no son para nada normales. Del mismo modo, la llegada de su vecino Roberto despertará emociones dormidas desde hace años, además de incrementar las sensaciones y sucesos paranormales que vienen rodeándola, lo que dificultará su estancia y su tranquilidad. Con lo cual, Sara y Roberto descubrirán sentimientos profundos que unirán sus vidas, logrando a su vez desvelar el misterio que la casa oculta y que aclarará la muerte de la madre de este, consiguiendo así cumplir la promesa que terminó haciendo. Igualmente, esta primera toma de contacto de Sara con el mundo de los muertos no será la única, pues un gran don se ha despertado, comenzando así un peligroso camino lleno de prejuicios y descreídos que no podrá cerrar una vez le de paso.

María González Pineda ha creado una trama interesante donde la muerte y escuchar a las almas necesitadas debería haber sido el eje principal de la obra, sin embargo, el desarrollo de la misma no ha sido como me esperaba surgiendo ciertos giros argumentales innecesarios que ralentizaron la lectura, además el avance de la novela no fue creíble lo que me desencantó de la trama y de sus personajes. Asimismo, sus protagonistas eran una pareja que no transmitía, con una personalidad plana que no le daba intensidad a su romance o a los sucesos vividos, todo ello me hizo sentir alejada de la trama e indiferente a sus héroes, una pena porque con solo leer la sinopsis te sentías atraída. Finalmente, deciros que los misterios y secretos ocultos entre las páginas de la novela surgen de forma sucesiva y continuada, dando intriga al argumento, no obstante, eran demasiados predecibles y no fueron explotados todo lo que prometían. Por último, algo positivo a destacar del libro es la prosa, rápida y fluida, lo que ayudaba a avanzar a pesar de todo, por lo que solo por esto espero poder leer algo más de su pluma y así quitarme este agridulce sabor.

Susurros en el acantilado de María González Pineda es una novela llena de secretos, misterios y muerte que llevará a sus protagonistas a experimentar sucesos que los adentrarán en una nueva forma de ver la vida y disfrutarla.