Revista Cultura y Ocio

Reseña: Vixen – Christin Lovell

Publicado el 08 abril 2015 por Jacob Cora @Un_Book

Reseña: Vixen – Christin Lovell

K3

Vixen
Christin Lovell

paranormal_rom
vampires
first_person_jessickah
angry

Después de tanto tiempo, me apetecía una pildorita de Romántica Paranornal, así que decidí leerme la historia corta Vixen de Christin Lovell. No sé, la experiencia ha sido rara. ¿Es malo el libro? No. ¿Es aburrido? Tampoco. ¿Dónde está el problema? Parece que toda la historia está improvisada sobre la marcha y la escritora no tenía ni idea de por dónde llevarla. Además, con este relato he aprendido qué es eso del BBW: Big Beautiful Woman. Vamos, una mujer con curvas.

Está contado en primera persona desde el punto de vista de Jessickah; camarera de día, pateadora de traseros sobrenaturales de noche. Y que no se me olvide decir que es la consorte del rey de los vampiros. La cosa empieza en plan Fantasía Urbana, con una trama que no era especialmente interesante, pero que servía a su propósito. Y de repente, sin que la cosa avanzase, pasamos de golpe a la Romántica… y fin del libro. ¿Qué intentaba contar? Porque ambas cosas se han quedado más bien cortas. Muy cortas.

Si en la parte de Fantasía Urbana no destaca mucho, en la de Romántica tampoco. La escena de sexo que hay es bastante sosa. De sota, caballo y rey. Vamos, que el hecho de que su compañero de cama sea una vampiro ni se nota. Si en vez de un chupasangre pones una mopa vieja, hace el mismo efecto…

Para colmo, la buena de Jess se pasa tooooooooooooooooooda la historia recordándonos que gasta un par de tallas más grandes que las mujeres que suelen protagonizar este tipo de libros. ¿Qué pasa? ¿Que el amor no es cosa de gorditas? ¿Que es un evento tan extraordinario que hay que recalcarlo cada dos párrafos? No sé, creo que en el intento de reivindicar que hay muchos tipo de belleza la escritora lo que ha conseguido en realidad es ridiculizar un poco a las tallas grandes. Si es que parece que todo en la vida de la protagonista gira alrededor del diámetro de sus muslos. ¡¡Y no son tan grandes para tener gravedad propia!!

Apruebo el libro, ya que resulta bastante amena su lectura a pesar de que la historia va sin rumbo fijo y lo que he comentado sobre las medidas de Jess.


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