Revista Cine

Reseñas cine: 'El hombre de al lado'

Publicado el 18 julio 2011 por Juancarbar

Tal vez se deba más a una cuestión perceptiva que a un hecho demostrable, pero tengo desde hace un tiempo la impresión de que el cine argentino es, junto al surcoreano, una de las principales minas del actual panorama cinematográfico. Quizás esta reflexión sea exagerada y responda realmente a que lo que llega a las pantallas de nuestro país desde esos rincones del mundo ha pasado previamente una criba de calidad con la que no tenemos la suerte de contar respecto a la producción nacional y estadounidense. Es decir, que de aquellas latitudes sólo recibimos lo mejor.

Reseñas cine: “El hombre de al lado”

Bien pudiera ser ése el caso, a la vista de la película de Mariano Cohn y Gastón Duprat “El hombre de al lado”. La cinta llega este viernes, con dos años de retraso, a la cartelera española, de tal modo que sus responsables ya han tenido tiempo de producir y estrenar al otro lado del Atlántico su siguiente film, “Querida, voy a comprar cigarrillos y vuelvo”. Con un poco de suerte ésa la veremos por estos lares en 2013. O no, quién sabe.

“El hombre de al lado” es la historia de un conflicto entre vecinos. Leonardo, un refinado diseñador de prestigio internacional, vive con su mujer y su hija en la Casa Curutchet, único proyecto del célebre arquitecto Le Corbusier construido en Latinoamérica. Víctor, un vendedor de coches usados de escasa educación y groseros modales, comienza a derribar una sección de la pared de su casa, lindante con la de Leonardo a través de un patio interior, para construir una ventana por la que entre más luz en su vivienda. La maniobra es ilegítima desde el prisma de la legalidad urbanística y atenta además contra la intimidad de la familia de Leonardo, visualmente expuesta ante el nuevo orificio. Consciente de que la razón está de su lado, Leonardo tratará de convencer a Víctor de que desista en su empeño y tapie nuevamente el agujero de la pared, pero su vecino demostrará ser un tipo difícil de persuadir, con un perfil obsesivo que hará peligrar la estabilidad psicológica de Leonardo.

Reseñas cine: “El hombre de al lado”

Desde esta anécdota mínima, el guión de tintes autobiográficos escrito por Andrés Duprat (hermano de uno de los directores) propone varias lecturas sobre el choque entre estos dos desconocidos condenados a llegar a un acuerdo. Por un lado, “El hombre de al lado” puede ser entendida como una historia de acoso cercana por momentos a “El cabo del terror” de J. Lee Thompson, o más posiblemente a su caricaturesco y popular remake, “El cabo del miedo”. Víctor, suerte de Max Cuddy platense soberbiamente interpretado por Daniel Aráoz, pone en jaque todos los recursos discursivos de Leonardo (al que da vida en pantalla un magnífico Rafael Spregelburd), un hombre en una posición cultural, económica y social muy superior (al igual que el abogaaaaado Sam Bowden del film de Scorsese), que sin embargo ve cómo su vecino va progresivamente contaminando todas las facetas de su vida.

Reseñas cine: “El hombre de al lado”

Surge aquí una segunda lectura más interesante aún, que hunde sus raíces en la lucha de clases y en las irreconciliables diferencias entre dos individuos que parecieran pertenecer a universos paralelos y que viven, no obstante, a apenas tres metros el uno del otro. Desnuda ante la mirada turbadora (pero sincera) de su insistente vecino, la vida aparentemente ideal de Leonardo descubre sombras y frustraciones, la hipocresía de un snob ególatra que maneja con soltura profesional los frívolos resortes del discurso intelectual pero que no es capaz de sacarle dos palabras seguidas a su propia hija y que no consigue que su matrimonio funcione de puertas (y sábanas) adentro. Frente a él, Víctor se alza como un hombre sin dobleces, pasional y determinado. Una suerte de “troglodita” (tal y como lo califica el propio Leonardo) que vive, sin embargo, en plena libertad.

Reseñas cine: “El hombre de al lado”

Enmarcando ese conflicto que amenaza con terminar en tragedia nos encontramos al tercer protagonista del film: el espacio arquitectónico. La casa ideada por Le Corbusier se convierte a la postre en algo más que un simple escenario. Su propia disposición, abierta al exterior, refleja con precisión la contradicción que define a Leonardo, un hombre que busca la intimidad en un lugar que resulta ser, precisamente, blanco de las miradas de todo el mundo, desde los estudiantes de arquitectura hasta los turistas interesados en la obra del modernista suizo (aunque nacionalizado francés). Prácticamente toda la cinta transcurre en el interior de la vivienda de Leonardo, retratada por una cámara en mano siempre posicionada del lado del diseñador y que hace además un uso exhaustivo del primer plano para capturar, acertadamente, los matices psicológicos de sus protagonistas.

Reseñas cine: “El hombre de al lado”

Para redondear una puesta en escena donde, como se suele decir, “menos es más”, cuenta “El hombre de al lado” con unos diálogos deliciosamente argentinos que aportan el necesario contrapunto cómico a la creciente tensión. El humor negro ejerce por momentos de vávula de escape para esa gravedad subyacente a lo largo de estos 100 minutos de metraje que, como en las mejores películas de Michael Haneke, terminan interrogando de frente a la moralidad de un espectador seducido, aterrado, divertido y contagiado por la malsana relación entre dos tipos que no tuvieron la opción de elegir a quién querían tener como vecino.

(“El hombre de al lado” se estrena en España el próximo 22 de julio, y es una de esas películas que merece realmente la pena ver, meditar y digerir.)


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