Revista Cine

Reseñas Cine-Los Chicos están bien

Publicado el 01 marzo 2011 por Juancarbar

Reseñas Cine-Los Chicos están bienSuena la música de Vampire Weekend, la sensación musical afroindie, las camisetas de Elvis Costello y Los Ramones salen a relucir, y desde el primer fotograma de Los Chicos Están Bien queda evidente que esta va a ser una película alternativa. Una de esas que por fin cuenta una historia y desvela que hay otro mundo más allá del que nos quieren mostrar las pantallas cada fin de semana. Que hay cine independiente del espectáculo rompetaquillas que se hace casi exclusivamente hoy día. Este es un largometraje conducido a través de diálogos, no de acción. Un viaje lleno de conversaciones en el que los protagonistas hablan y hablan dando vida a personajes de carne y hueso, no arquetipos, para conjurar una sinfonía de brillantes interpretaciones que un doblaje penoso hace todo lo posible por cargarse, y en que se pierde también la referencia pop con la traducción del título.

 

Con bastante retraso, y empujada por sus cuatro nominaciones a los Oscar, se estrena en España esta película en la que Julianne Moore y Annette Bening interpretan a una pareja de lesbianas de clase media-alta, cultas e inteligentes, que tienen un hijo y una hija adolescentes concebidos por medio de un donante de esperma. A escondidas de sus madres, los hermanos contactan con su padre biológico, Mark Ruffalo, quien resulta ser un tipo encantador, de personalidad arrolladora, con una forma independiente y libre de entender la vida. Cuando las mujeres se enteran, también quieren conocer al donante, asustadas de la influencia que pueda ejercer sobre sus hijos. Y así es como, sin darse cuenta, Ruffalo empieza a hacerles cambiar su visión del mundo y de las cosas. Pero no sólo a los chicos, sino también de la pareja de mujeres. Una de ellas se sentirá atraída por él, mientras que la otra reacciona a la defensiva al sentirse amenazada.

Reseñas Cine-Los Chicos están bien
Lisa Cholodenko, guionista y directora de Los Chicos Están Bien, había trabajado previamente en televisión, y para este largometraje ha recogido su propia vivencia. No en vano Cholodenko es pareja de Wendy Melvoin, de las famosas Wendy & Lisa de Prince, y se quedó embarazada de un donante de esperma anónimo. La realizadora demuestra que sabe de lo que habla y analiza con sabiduría las relaciones de pareja y entre padres e hijos, la cotidianeidad de las familias, las relaciones sexuales accidentadas y el humor de las situaciones ridículas del día a día. Es, está claro, una historia muy común, pero que realzada por un reparto en estado de gracia hace que refulja entre el resto de la cartelera. Lo que la hace diferente a Los Chicos Están Bien es el punto de vista desde el que está contada al tratarse de una pareja lesbiana.

La mayor pega que se le puede poner a The Kids Are All Right, el título original, es que en su desenlace acaba traicionando las altas expectativas creadas al comienzo. Un film con un planteamiento tan abierto de miras transpira un mensaje sutilmente conservador. El personaje de Ruffalo parece poner de manifiesto la necesidad de una figura paterna, y él mismo, un hombre que ha vivido toda la vida a su manera, lo que en realidad desea al final es tener una familia típica. A partir de ese momento la película comete algunos deslices al girar hacia la comedia un tanto histérica para luego entrar en una pendiente dramática cuajada de clichés. En ambos casos, cuando abandona su tono inicial y se decanta por los extremos, Los Chicos Están Bien acaba fallando sin llegar a esa obra maestra que prometía. Empieza muy bien, cargándose todos los tópicos, pero no redondea la faena, y al final lo que hace es recogerlos. O tal vez vivamos en un mundo de arquetipos en el que la vida imita al arte.

Fran G. Lara


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