Reserva Federal, ¿bien público o privado?

El Sistema de la Reserva Federal estadounidense es un caso muy concreto dentro de las entidades bancarias o de entes financieros reguladores de la economía nacional. Pero en este caso, como veremos más adelante, deberíamos hablar de economía internacional. El sistema es una asociación de todos los bancos de Estados Unidos, creando así un único macroorganismo.

El Congreso estableció la estructura y comportamiento de la entidad en 1913 mediante la Ley de la Reserva Federal (Federal Reserve Act). Ésta, promulgada el 23 de diciembre de 1913, le habría las puertas para emitir en exclusiva moneda (dólares estadounidenses). En teoría, en su fundación fue presentado como algo para el bien público, pero la realidad es bastante diferente. Cierto es que tiene una inclinación pública, la de emitir moneda, pero también privada. En este caso ánimo de lucro de los 12 Bancos que lo componen: San Francisco, Dallas, Kansas City, Minneapolis, Chicago, St. Louis, Atlanta, Cleveland, Richmond, Board of Governos, Philadelphia, New York, Boston. Conjuntamente, el Cuerpo de Sociedades de Bolsa en Washington servía como un supervisor.

Su funcionamiento es muy sencillo. Actúa como un banco de bancos y, a la vez, como banco del gobierno de la nación. Regula instituciones financieras y administra el dinero del estado. Sus decisiones afectan tanto a la economía, como al sistema financiero y, por supuesto, a todos los ciudadanos. Estos 12 bancos proporcionan servicios financieros a estas instituciones financieras, las cuales en su mayoría están controladas por el gobierno.  Su función es muy similar a la de los otros bancos, donde se presta a los ciudadanos y empresas. Lo mismo pero a otra escala. La clave aquí es la palabra ‘prestar’ ya que mientras exista un deudor y un prestamista, el deudor es sirviente del otro.

La deuda del gobierno con la Reserva Federal es muy curiosa. El tope de deuda máximo soportable por el estado está fijado por ley, pero todos los años hay una presión de la Reserva para aumentar ese tope. Todos los años este hecho se discute acaloradamente en las dos cámaras. Recientemente se vivió cierta crisis por el llamado ‘abismo fiscal’ y el terror a una nueva recesión. Explicándolo de forma esquemática, la Reserva tiene la potestad de emitir moneda a través del Tesoro, de su Casa de la Moneda y del Departamente de Grabado e Impresión de Moneda, por lo tanto tiene el poder de crear dinero; el gobierno, además de los ingresos por los impuestos -pagados con el mismo dinero que previamente se ha creado por la Reserva-, necesita más dinero que le es prestado por la central; cada préstamo tiene un interés y este cada vez es más difícil de devolver; para tener más dinero para poder pagar lo anterior se vuelve a pedir, y así como una rueda que no para de girar.  Lo curioso de todo esto es que cuanto más deuda haya, menos soberanía tendrán los ciudadanos, ya que mediante el dinero y las deudas ellos consiguen poseer tanto como valga esa deuda. Y esta crece exponencialmente.

Germen de la idea

La Guerra de la Independencia contra Gran Bretaña (1775-1783) tuvo como principal motivo eludir los impuestos de la corona inglesa, que en esos momentos sufría una falta de liquidez grandiosa por las sucesivas guerras libradas en el continente europeo. La Guerra de Secesión (1861-1865) supuso un antes y un después en la concentración económica. Los estados de la Unión tenían fuertes instituciones financieras, mientras que los estados Confederados tenían los grandes terrenos para la explotación agrícola e industrial. La guerra en sus comienzos se planteó como la lucha contra la esclavitud, pero nada más lejos de la realidad. La esclavitud era presente en ambos bandos, solo que era en mayor número en el sur ya que la mano de obra requerida para la explotación era también mayor. Una vez Estados Unidos se formó como el país que hoy todos conocemos, la concentración económica y de poder fue aún mayor.

Comparativa con Europa y proyectos

En el viejo continente, el Banco Central Europeo se diseñó bajo este modelo. El objetivo prioritario de ambos es controlar la inflación y la deuda, como hemos visto anteriormente. La inflación se controla a través de la emisión de moneda. El control internacional de la Reserva Federal estadounidense se ha conseguidos gracias a varios proyectos nacidos de su seno. El Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM), la Organización Mundial del Comercio, el G8, el G20. A esto hay que sumarle la lista de organizaciones culturales, científicas o educativas que promueven el estudio de los problemas por ellos planteados.

En la actualidad, el control a través de la economía sigue siendo evidente en el mundo occidental, pero está perdiendo influencia y poder a pasos agigantados en el continente asiático y África. En ambos territorios el auge  de Rusia, China y otras potencias emergentes están desequilibrando la balanza que ha durado durante decenios. Recientemente Rusia y Japón decidieron utilizar sus monedas en las transacciones económicas excluyendo al dólar. Este es solo un ejemplo, pero la pérdida de esta referencia económica disminuye enórmemente su valor. Cuantos más países hagan este cambio, más se verá dañada la moneda estadounidense. Los norteamericanos lo saben, de ahí muchas de sus operaciones militares que ocurren en la actualidad.