Revista Salud y Bienestar

Resfriado y dolor de garganta: limón, miel y jengibre

Por Míriam Lihi

Resfriado y dolor de garganta: limón, miel y jengibre

Remedio natural para el resfriado, tos y dolor de garganta a base de limón, miel y jengibre. ¡Descubre cómo prepararlo!

Últimamente me llega mucha gente a la farmacia con dolor de garganta y resfriado porque empiezan los viajes y las primeras vacaciones de algunos afortunados y el tiempo está muy variable aún. La tos, dolor de garganta, congestión nasal y fiebre son sin duda los síntomas más comunes en un resfriado.

Una vez que aparece alguno de estos síntomas es importante no subestimarlos y pensar que pueden desaparecer por su propia cuenta. Lo mejor es intentar paliarlos lo antes posible y es bueno recordar que no sólo podemos ayudarnos de medicinas para el resfriado sino que existen remedios de la abuela que nos ayudarán a que se cure más rápido. Por eso siempre recomiendo que se siga en conjunto con los medicamentos que hay en el mercado (paracetamol, ibuprofeno, acetilcisteína, guafenenesina, clrohexidina, ambroxol…) y que dependerán de los síntomas que se padezcan y la gravedad. Siempre hay que pedir recomendación al médico o farmacéutico que pueda guiarnos según los síntomas que tengamos.

Hoy os voy a enseñar a preparar una mezcla muy simple y útil para la tos, dolor de garganta y mucosidad. No es más que un preparado líquido a base de limón, miel, jengibre y anís estrellado. Cuatro ingredientes que ya de por sí tienen acción antiséptica y antiinflamatoria pero que combinados se convierten en un buen remedio para combatir las bacterias, calmar la tos y realizar una buena acción como expectorante.

Limón, miel u jengibre para resfriado

¿Cómo se prepara el jarabe de limón, miel y jengibre?

Estos son los productos y cantidades que necesitarás:

  • 1 de frasco de vidrio esterilizado y hermético
  • 1 limón
  • 4 frutas de anís estrellado
  • Jengibre
  • Miel, de 2 a 4 cucharadas

En primer lugar hay que lavar el limón y cortarlo en rodajas finas. Quítale las semillas pero no lo pele. Luego coge el jengibre, lo pelas y también lo cortas a rodajas finas.

En un frasco de vidrio esterilizado tendrás que verter un poco de miel. Da igual el tipo de miel que pongas porque las hay de muchos tipos pero todas te servirán. Eso sí, trata que no esté cristalizada sino que esté un tanto líquida para poder verterla con facilidad. En caso que esté más dura de lo que esperabas sólo tienes que ponerla en baño maría unos pocos minutos hasta que veas que queda untuosa.

Después de verter la primera capa de miel se va alternando una rodaja de limón con una de jengibre de las que has cortado antes y además le añadirás las 4 piezas de anís estrellado para que quede distribuida por todo el frasco (el anís es opcional si no te gusta el sabor). Cuando ya tengas todos los trozos bien alternados y en el recipiente lo acabas de llenar con el resto de miel. Eso sí, presta atención mientras lo haces para evitar que se formen burbujas de aire en ninguna zona porque eso evitaría que la miel se distribuyera por todas partes. Debe quedar todo cubierto entre los ingredientes y la miel.

Una vez que esté completamente lleno tienes que cerrarlo y guardarlo en la nevera, dejándolo reposar durante al menos 3-4 días antes de usarlo. Durante este periodo de tiempo la pectina contenida en la cáscara del limón y la miel formarán una especie de gelatina que será lo que usarás disuelto en forma de té o simplemente en un vaso de agua templada, pero no caliente.

Este preparado puede aguantar en la nevera un mes así que puedes tenerlo a mano siempre que haya indicios de resfrío para usarlo en el momento que sea necesario. Si estás resfriado y tienes dolor, mucosidad de pecho o tos sólo necesitarás tomar una cucharada de esta mezcla unas 4 o 5 veces al día junto con la medicación que te hayan aconsejado, siempre que sea necesario y habiéndolo preguntado antes en la farmacia o el médico.


Volver a la Portada de Logo Paperblog