En el fútbol del ‘gol de visitante’ se dice que en los cruces de ida y vuelta es más importante no recibir un tanto en casa que convertir en el arco de enfrente. Y en la semana de cuartos de final fueron los dos equipos argentinos, Boca y Vélez, los que lograron los dos objetivos: ganar y mantener su arco en cero ante Fluminense y Santos. ¿Les alcanzará? Habrá que esperar hasta la semana que viene, pero a priori ambos son los que hicieron lo que mandan los libros en este tipo de eliminatorias.
Sin embargo, los caminos de los dos ganadores de los cuartos fueron distintos en el desarrollo de sus encuentros. Porque, a pesar de que ambos fueron superiores a sus rivales brasileños, Boca tuvo un panorama mucho más favorable ante Fluminense que el de Vélez ante Santos. ¿Por qué? Porque el conjunto tricolor no contaba con Deco, Diguinho, Fred y Wellinton Nem, casi la columna vertebral de los dirigidos por Abel Fraga y además estuvo con un jugador más casi una hora. Mientras que los de Liniers se encontraron con un campeón defensor apagado pero que nunca llegaron.
Los que no pudieron aprovechar la localía fueron Libertad y Vasco da Gama. Los paraguayos fueron más pero no lograron torcerle el brazo a la poderosa Universidad de Chile (1-1) y ahora deberán jugarse su futuro en el estadio Nacional de Santiago. Mientras que los cariocas no supieron sacarle provecho al mal estado del campo para derrotar al único invicto que queda en la Libertadores: Corinthians. La diferencia con los guaraníes fue que el Timao no marcó de visitante por lo que cualquiera igualdad con tantos le dará el pase a semis al campeón de la Copa en 1998.
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