Revista Comunicación

Retornados, con el zombi dentro…

Publicado el 26 diciembre 2016 por La Cara De Milos La Cara De Milos @LacaradeMilos
Retornados, con el zombi dentro…

Retornados, dirigida por el español Manuel Carballo y con guion de Hatem Khraiche es una película española a medias, ya que se trata de una coproducción hispanocanadiense, pero vamos que si no te dicen que el director es de por aquí o si no fuera por los interminables créditos de subvenciones recibidas (que si el Ministerio de Cultura, que si la Generalitat...), ni te enteras, porque nadie en el reparto tiene apellido castellano (lo más cercano es uno catalán). Los canadienses han puesto mucha pasta, y han supervisado toda la producción, y se nota; joder que si se nota. Por lo pronto ni se desarrolla en España...

Retornados, con el zombi dentro…

Si bien Retornados aprovecha la zombimanía que llevamos experimentando desde finales del siglo pasado, los zombis aquí son marginales (aparecen tres contados) y está más emparentada con películas como Contagio de Steven Soderbergh. Su punto de partida es una sociedad normal, es decir, sin apocalipsis zombi, en la que estos son tratados más como víctimas de una enfermedad que como monstruos terroríficos. El intríngulis reside en que se ha encontrado una proteína que, si se inyecta a tiempo en un infectado, permite que este sea totalmente normal, que no se transforme, y aunque lleve dentro el virus no lo puede contagiar ni por vía sexual; pero, aparte de que se la tienen que inyectar todos los días y de que las proteínas se están terminando, los retornados son muy mal vistos en la sociedad, como "una bomba de relojería"... Kate, la prota principal, es una médica que, aparte de tener un novio retornado, investiga para crear una proteína sintética.

Retornados, con el zombi dentro…
Retornados, con el zombi dentro…

La alegoría sociopolítica de los retornados consigue captar tu atención al instante, aunque no deja de pasársete por la cabeza que hubiera sido mucho más efectiva durante los ochenta y hasta mediados de los noventa del siglo XX, en pleno boom del SIDA, cuando muchos padres y madres marginaban a los niños portadores del VIH dejándolos solos en el colegio, por ejemplo. Ahora, el recurso sigue invitando a la reflexión, por entonces la hubiera convertido en película de culto. Sin embargo, Retornados va más allá de tratar la marginación, y desde el punto de vista inicial navega por la confianza, la amistad y la venganza, aunque no con mucho ahondamiento.

Retornados, con el zombi dentro…

Este drama social con tintes de thriller en el que el terror actúa solo de inspiración acaba convirtiéndose en una película mejor incluso que lo que sus creadores piensan, a pesar de que le falte algo de sentimiento, de garra, de buscar o imponer una mayor empatía al espectador. Funciona, es verosímil y mantiene tu interés en la trama, pero para llegar a ser una cinta notable y no solo buena, le ha faltado un último repaso, deshacerse de algunas impurezas. Por ejemplo, la bipolaridad de su guion, con una historia fresca y bien moldeada, pero con unos diálogos sosos, sin belleza fraseológica. A ello habría que sumar su conformidad técnica, pensada para cumplir y que no se le eche nada en cara. Pese a todo esto es recomendable, por el entusiasmo que desprende. Pero: ¡advertencia! Si te flipa Walking Dead ni se te pase por la cabeza entrar a verla.


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