Revisando las ruedas de tu bicicleta de montaña. II

Hoy continuamos los diferentes tipos de cubiertas que existen en el mundo de la bicicleta de montaña, además de intentar aconsejarte, dentro de lo que nos dice nuestra experiencia, sobre la presión más adecuada a la que debes de llevar tus ruedas cuando salgas al monte. Eso sí, como siempre, una advertencia previa: no te vuelvas loco con estos asuntos, y pondera, tan solo, tu propia seguridad a la hora de una elección u otra. No intentes jamás rebajar décimas de segundo a costa de tu seguridad, y recuerda, siempre, que somos cicloturistas y aunque nos gusta ir rápido lo que de verdad nos mueves es la diversión de andar en bici. Así que, continuamos donde lo dejamos ayer.

De esta forma ahora nos toca hablar de las cubiertas con taqueado medio, seguramente las que vienen en más bicicletas de montaña de serie. En pocas palabras son la hermana pequeña de las de taqueado agresivo, nos permiten una buena adherencia en zonas de piedrecita suelta y embarradas, y a la vez podremos usarlas por pequeños tramos de asfalto sin dejarnos los riñones, ya que no resultan tan difíciles de mover como las de taqueado agresivo. Eso sí, resultan insuficientes para bajar a grandes velocidades o afrontar curvas cerradas en zonas con tierra suelta o arena a buena marcha, puerto que derrapan con una cierta facilidad. En otras palabras, resultan polivalentes, pero sin llegar a destacar en algo concreto. Buena elección para ciclistas ocasionales.

Las llamadas cubiertas de semislicks tienen una imagen muy reconocible, ya que su dibujo es liso en el centro de las mismas y tienen tacos en los lados. Tienen un muy agarre y una fricción más reducida que las dos opciones anteriores, por lo que son perfectas para terrenos de pistas rápidas o salidas en las que vayamos a enfrentaros a largos tramos de carretera asfaltada. Eso sí, cuando nos metemos en pedregales o terrenos embarrados son una opción pésima, por lo que tan solo montaremos estas cubiertas si tenemos pensado evitar esas contingencias en nuestras salidas. Resultan, además, perfectas para rodar a grandes velocidades, y nada más montarlas podrás sentir la diferencia de rozamiento con el piso solamente por la ausencia de ese zumbido tan característico que las cubiertas con tacos dejan en nuestros oídos.

Por último, las cubiertas llamadas polivalentes son aquellas que tienen unos tacos bastante bajos, y que pueden adaptarse a cualquier tipo de terreno. En su propia definición tienen su mayor defecto, y es que realmente no destacan en ninguno de ellos, por lo que nos encontraremos lastrados casi desde que salgamos de casa si optamos por estas cubiertas. Tan solo la comodidad y el ahorro que supone el tener unas mismas cubiertas que nos sirven para cualquier tipo d salidas puede justificar el hecho de que nos decantemos por ellas.

Bien, establecidos de esta forma los diferentes tipos de cubiertas para nuestra bicicleta de montaña ahora tan solo nos queda recomendar la elección por unas u otras en cada elemento o época del año. Pero eso, con todas sus consecuencias, lo haremos mañana. Y es que hoy ya toca salir a entrenar un poco, ¿no?