Revista Cultura y Ocio

Revival. Stephen King

Por Mientrasleo @MientrasleoS

Revival. Stephen King
     "Al manos en un sentido nuestras vidas son ciertamente como las películas. El elenco principal  se compone de la familia y los amigos. Los actores secundarios son los vecinos, los compañeros de trabajo, los profesores y los conocidos. Están también los papeles de reparto: esa cajera del supermercado de sonrisa bonita, el camarero cordial del barucho del barrio, los otros socios del gimnasio junto a los que hacemos ejercicio tres días por semana. Y hay miles de figurantes, todas esas personas que pasean por nuestra vida como agua por un cedazo, personas a quienes vemos una sola vez y nunca más (...) 
(...) Pero a veces entra en nuestra vida una persona que no encaja en ninguna de esas categorías.  Es el comodín que nos sale, muy de vez en cuando en una partida de naipes, a menudo en momentos críticos. En el cine se conoce a esta clase de personaje como el quinto en discordia, o agente de cambio."
   
     Todos tenemos nuestras filias y nuestras fobias lectoras. Unas mejores y otras peores, unas las confesamos abiertamente y otras... bueno, otras depende. Yo he llegado a un punto en el que no tengo problema en confesar cada una de ellas, y la de hoy es fácil: disfruto leyendo a King. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Revival.
     Conocemos a Jamie cuando vive plenamente su madurez y decide relatarnos su historia. Y lo hace volviendo la vista a 1962, año en que contaba con 6 años y en el que lo más relevante de su vida fue conocer al pastor metodista, Charles Jacobs y su familia. El pueblo no tarda en caer fascinado antes esta nueva familia hermosa y encantadora hasta que un accidente trunca la vida de dos de sus miembros y trastorna al pastor, que hasta ese momento dividía su vida entre Dios y su pasión por los fenómenos eléctricos. Es entonces cuando rompe con todas sus creencias y se centra en sus experimentos, despareciendo de la pequeña ciudad que parece haber olvidado que Jacobs había, por ejemplo, curado al hermano de Jamie cuando perdió la voz. A partir de este momento seguiremos el tortuoso camino que es la vida de nuestro protagonista y sus encuentros con un Jacobs cada vez más perturbador.
     Revival abre con un comienzo potente, buscando la reflexión intranquila sobre el quinto en discordia del protagonista. A partir de ahí, King cae en su habitual nostalgia de infancia, paseos en bici (aunque aquí no hay bici), detalles pequeños y primeros amores. Nada  nuevo para un escritor que parece recrearse en tiempos pasados para, en lugar de mostrar lo idílico, romper en pedazos esos pequeños paraísos y poner así a prueba a sus personajes. Y también al lector, al que va advirtiendo durante el camino: incluso antes de leer Hay algo, ya habíamos pensado en ello. Esta vez le toca a la religión, un tema complicado que había rozado anteriormente pero con el que nunca había entrado tan de lleno, y la diferencia, si es que la hay, entre un pastor cuyos sermones son convincentes, y un charlatán. Incluso hace bromas al respecto. Se desliza de este modo por un camino cercano a la normalidad en el que a veces, olvidamos de prestar atención a las señales, porque nuestros ojos están fijos una vez más en Maine o Tulsa, siguiendo la magnética figura de Jacobs. Lo vemos además a través de los ojos del protagonista que, ni siquiera en sus mejores momentos, parecía poder evitar tener cierto recelo. Jamie es el eterno protagonista de King que ve como su mundo se agrieta hasta romperse, solo que éste también se deja caer antes de recomponerse con la ayuda de Jacobs estableciendo así un vínculo entre ambos que nos conducirá al verdadero centro del libro; al recodo inexplicable cuya sombra se proyectaba hasta en las primera páginas. A lo que buscamos cuando leemos al maestro del terror. Porque por mucho que haya dejado ese sendero un poco de lado, seguimos pensando así de King
     No voy a contar más del argumento, no sería justo. Pero Revival mezcla un poco ambos perfiles del autor, al sobrio narrador y al King de siempre. Nos deja además, muchas de sus marcas habituales en sus novelas, puestas ahí quizás como sello personal, pero que agradan al lector habitual que no puede evitar sentirse en casa al leer Castle Rock.
     Todo empieza con un mi, dice nuestro protagonista una y mil veces a lo largo del libro para hablar de su pasión por la música y sus dotes con la guitarra que lo llevan a tocar en pequeños grupos. Y sí, posiblemente tenga razón. todo empieza con mi pasión por los libros, con mi colección de libros de King en un espantoso tono dorado en los lomos y con la necesidad de seguir leyéndolo pese a que ahora es un narrador madura, cosa que celebro por él, y parece haber dejado de lado a payasos terroríficos y fans piradas que encierran a escritores. Pero echo de menos esos tiempos de cubos de sangre y hoteles aislados.
     Voy a seguir leyendo a King, porque disfruto con sus historias.
     Y he disfrutado con Revival. 
     Lo confieso.
     Es lo que hay.
     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
     Gracias

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