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Río de pólvora (Honor sin fronteras) (USA, 1953)

Publicado el 22 diciembre 2023 por Larrea200658

 

Río de pólvora (Honor sin fronteras) (USA, 1953)

Título original: Powder River

Director: Louis King

Guion: Daniel Mainwaring

Música: Lionel Newman

Fotografía: Edward Cronjager

Género: Western

Reparto: Rory Calhoun, Corinne Calvet. Cameron Mitchell. Penny Edwards, Carl Betz, John Dehner. Robert J. Wilke. Harry Carter. Robert Adler. Richard Garrick. Frank Ferguson . Ray Bennett. Walter Sande . Stanley Andrews. James Griffith. Mae Mars 

Río de pólvora (Honor sin fronteras) (USA, 1953)

Argumento

Dos amigos, uno joven y otro más mayor, llegan a Prowder River, un lugar de ensueño, para tratar de encontrar oro. Y en efecto, tras varios meses, consiguen un buen puñado.
Sin embargo, un mal día son visitados por dos malhechores que intentar robarles sus caballos pero les sale mal.
Pero, tras ir el más joven al pueblo más cercano a por provisiones, se encuentra a la llegada con su socio baleado y además les han robado el oro.
Aceptará el puesto de marshall que intentó el alcalde darle, una vez supo que el forastero había sido en realidad un famoso sheriff, muy rápido y presto con el revólver.

Río de pólvora (Honor sin fronteras) (USA, 1953)

Entretenido western menor de serie B, realizado con oficio pero no demasiada inspiración por Louis King, autor de varios films de este simpático género, pero que nunca llegó lejos.
En esta ocasión, empero, logra un film sobrio y eficaz, agradable por su sello clásico, y serio en sus propuestas.
No hay más humor del necesario, existen buenos diálogos y las interpretaciones están bien, sobre todo por parte de Cameron Mitchell, en un papel nada sencillo, con aristas y vertientes de todo tipo.
Las escenas de acción son meritorias, sobre todo las que acontecen en el río con peligrosos rápidos por donde los protagonistas intentan llevar nada menos que toda una diligencia con caballos y todo y un supuesto cargamento de oro incluido mientras les balean los malos.
Entre ellos se encuentra ese característico tan excelente como Robert J. Wilke, quien con sólo sonreír como una alimaña, como él sabía hacerlo, acojona lo suyo.
Un bonito film, con buen vestuario y peluquería y una fotografía en technicolor impecable, que lustra los preciosos paisajes donde se desarrollan los hechos.



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