Teniendo en cuenta que Downey Jr. es el intérprete que más años lleva trabajando con Marvel, desde antes de que la compañía ofreciera a todas sus estrellas un contrato base para 9 películas, y sin olvidar que sólo con Los Vengadores el tipo se embolsó 50 millones de dólares, había ciertas reservas en torno a su regreso ahora que el compromiso que tenía con la firma se había extinguido. Realmente, sus respuestas vagas cuando le preguntaban sobre su renovación con la empresa se debían a una estrategia no demasiado novedosa -futbolista style- para incrementar su salario, e incluso el propio Joss Whedon llegó a afirmar que no rodaría más películas de Los Vengadores sin él, forzando a Marvel a ofrecerle tantos verdes como para empapelar todas las casas de la infanta.
Hoy la compañía ha confirmado que el actor estará de vuelta para Los Vengadores 2, con fecha de estreno prevista para 2015, y también para su continuación, Los Vengadores 3, que llegará presumiblemente en 2018. Eso sí, Marvel no ha soltado ni palabra sobre el futuro de la franquicia Iron Man, lo que nos lleva a pensar que tras el buen sabor de boca que ha dejado la tercera entrega el plan es dejar descansar al personaje hasta que Downey Jr. no sea el único intérprete a sustituir y veamos una especie de reinicio general -o relevo generacional a lo James Bond- en todas las sagas cinematográficas de Marvel.
Vamos, que con lo que le han tenido que pagar, Robert Downey Jr. podría rescatar él sólito a España, Italia y Grecia y aún le sobraría para fabricarse un traje de oro. Porque él lo vale.
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