Revista Ciencia

Rosseta, nos va descubriendo el cometa 67P/ Churyumov-Gerasimenko

Por Pablo @Pablo_MCoronado

Desde el pasado 6 de agosto del 2014, la sonda Rosseta nos sigue dando información a pesar de que la sonde Philae, sigue de momento con sus baterías descargadas, aunque se espera que según se vaya aproximando al sol y como consecuencia de la propia rotación del meteorito llegue la luz en donde la sonda se encuentra y se consiga recargar las baterías. Lo que sigue en activa es la sonda Rosseta que sigue rotando alrededor del meteorito y sigue estudiando el meteorito por lo cual nos está llegando datos muy interesantes . El núcleo del cometa 67P tiene una forma irregular, muestra dos lóbulos unidos por una región más estrecha que recuerda a la forma de un patito. La superficie revela las huellas de gran actividad que han creado una orografía escarpada y diversa. La masa estimada del núcleo es de 10.000 millones de toneladas, pero su densidad media (0,47 g/cm3) es similar a la del corcho. Si se depositara suavemente sobre el agua, flotaría. Una densidad tan baja, se especifica en uno de los artículos, apunta a que el cuerpo del cometa tiene un grado de porosidad que estimada entre el 70 y el 80%.

El cometa continúa desarrollando su coma o cola cometaria a medida que la superficie del núcleo es calentada por el Sol. En un artículo firmado por Myrtha Hässig de la Universidad de Berna (Suiza) y por un conjunto muy amplio de investigadores se dan a conocer los resultados del análisis de la nube de gas y partículas que emerge del cometa a medida que éste gira sobre su eje. Los datos han sido obtenidos con el detector ROSINA (Rosetta Spectrometer for Ion and Neutral Analysis). Se ha analizado la concentración de tres componentes principales: agua (H2O), dióxido de carbono (CO2) y monóxido de carbono (CO). Las medidas muestran que existen grandes diferencias de concentración según la región del cometa iluminada por el Sol. La región que une los dos lóbulos del núcleo cometario desprende mayor cantidad de agua mientras que la región del lóbulo mayor desprende mayor cantidad de dióxido de carbono y poca agua. Las concentraciones revelan una gran dependencia de las concentraciones con el periodo de rotación y muestran un coma muy heterogéneo.

El artículo firmado por Hans Nilsson del Instituto Sueco de Física Espacial en Kiruna utiliza los datos del analizador de iones del instrumento Rosetta Plasma Consortium. Los resultados revelan cómo ha ido evolucionando la interacción entre la coma del comenta y el viento solar. Inicialmente, cuando el cometa estaba más lejos del Sol, la concentración de gases a su alrededor era baja y el viento solar atravesaba la débil atmósfera cometaria sin problemas, pero, a medida que la cantidad de gases sublimados de la superficie fue aumentando, la cantidad de iones en la atmósfera, surgidos en gran parte por la ionización de las moléculas de agua, fue en aumento y se fue creando una débil magnetosfera que comenzó a repeler el viento solar.

Samuel Gurkis, investigador del Jet Propulsion Laboratory en Pasadena, USA, y sus colegas analizaron las propiedades de la sub-superficie del núcleo del cometa con el Microwave Instrument of the Rosetta Orbiter (MIRO). Los datos revelan que la temperatura bajo la superficie sufre variaciones diurnas y estacionales lo que sugiere que el subsuelo está cubierto por una capa de polvo aislante. También se calculó el ritmo de liberación de agua al espacio, pasó de 0,3 Kg/s a principios de junio a 1,2 kg/s a finales de agosto de 2014. Fabrizio Capaccioni, investigador del Istituto di Astrofisica e Planetologia Spaziali, en Roma, Italia, y otros, utilizando el instrumento VIRTIS (Visible, Infrared and Thermal Imaging Spectrometer) ha detectado evidencias de productos carbonados en la superficie del núcleo del cometa. La reflectividad de la superficie del cometa queda patente comparada con otros cuerpos: la Tierra refleja el 31% de la luz incidente, la Luna el 12% y el cometa 67P tan sólo refleja el 6% de la luz que le llega. La baja reflectividad y otras medidas revelan la existencia de una capa superficial opaca de minerales que se asocian a largas moléculas orgánicas no volátiles. Abundan los compuestos de carbono, hidrógeno y, en menor proporción, compuestos de nitrógeno e hidrógeno. En áreas concretas se detecta agua aunque no se observan zonas dominadas por el hielo, en este sentido, la superficie iluminada por el Sol se muestra deshidratada.

Alessandra Rotundi at Istituto Nazionale di Astrofisica en Roma y sus colegas han utilizado el instrumento GIADA (Grain Impact Analyser and Dust Accumulator) y OSIRIS ((Optical, Spectroscopic, and Infrared Remote Imaging System) para calcular el tamaño de las partículas de polvo que rodean al cometa. El núcleo emite partículas de un tamaño medio inferior a 2 centímetros, liberadas especialmente desde la superficie iluminada por el Sol. Cuando el cometa aún se encontraba muy lejos del Sol, a 3,6 UA (3,6 veces más alejado que la Tierra) se detectó una nube de alrededor de 100.000 pedazos de materia, de un tamaño superior a los 5 cm, que orbitaban alrededor del núcleo del cometa, algunos de estos pedazos tienen un tamaño superior a un metro. Probablemente se trata de pedazos liberados durante anteriores pasos del 67P cerca del Sol y capturados por la tenue gravedad del cometa.

El origen del agua y otros compuestos orgánicos en la Tierra es materia de discusión entre la comunidad científica sin que hasta ahora se haya logrado alcanzar un consenso. Una de las mejores formas de saber si el agua terrestre tiene origen en los cometa y asteroides que en tiempos antiguos bombardearon nuestro planeta consiste en analizar la proporción existente entre los isótopos del hidrógeno. Este elemento puede aparecer en la naturaleza de tres formas distintas, con un solo protón en su núcleo (hablamos entonces de hidrógeno común o protio), con un protón y un neutrón (deuterio) y con un protón y dos neutrones (tritio). K. Altwegg de la Universidad de Berna, en Suiza y sus colegas han analizado la proporción deuterio/hidrógeno (protio) en el cometa 67P y han descubierto que es tres veces superior a la terrestre. El resultado descarta que el agua en la Tierra proceda solamente de los cometas de la familia de Júpiter, a la que pertenece el 67P/ Churyumov-Gerasimenko.

Referencias:

http://www.Cienciaes.com -Ciencia fresca


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