Rotondas electorales

Estamos en primavera y, como cada primavera, la seducción gana la calle... Este año, con motivo y por año electoral, los políticos despliegan el colorido de su plumage en el afan de manejarnos el descontento, de gestionar nuestra insatisfacción ofreciéndonos la posibilidad de decantarnos, eligiendo entre un mucho de cambio o un poco de "virgencita déjame como estoy"...Hemos estructurado una hasta cierto punto lamentable democracia, pues resignemonos, que no debemos engañarnos, la nuestra no consiste en votar tras el adecuado conocimiento de los programas, la correcta información acerca de unas promesas o compromisos objetivos; las más de las veces hemos de conformarnos con valorar las imprecisiones del "puede que esto sea" o el miedo al "no vaya a ser que los otros"...En el mejor de los casos, y puede que esto sea lo más frecuente, acabamos configurando nuestras simpatías hacia uno u otro candidato en torno al "qué bien habla", cuando no al "qué guapo es"...El pueblo sólo es sabio durante el corto espacio de tiempo que duran las loas pre-electorales, el problema real de la democracia sigue siendo el estar en manos de nuestra irresponsabilidad: los partidos políticos no concretan unos programas electorales que, por otra parte y muy probablemente, nosotros tampoco leeríamos...