Revista Coaching

RRHH, ¿camino del ‘engagement’ o del ‘trabajador florero’?

Por Joseldelcampo

RRHH, ¿camino del ‘engagement’ o del ‘trabajador florero’?Defínaseengagement‘: Un trabajador engaged es una persona que está totalmente implicada en, y entusiasmada con, su trabajo. O sea, lo que todo empresario desearía tener.

Podría entenderse como compromiso organizacional e implicación laboral que no hay que confundir con el engagement. Es algo más sobre todo intrínseco en el comportamiento del trabajador.

Defínase ‘trabajador florero’: como podría definirse a las mujeres floreros (y cuidado que es un ejemplo, no me denunciéis al Ministeró de Igualdad), son aquellas que ‘hecen bonito’ en un evento y las consideran más bien elemento decorativo y meramente presecial. Por lo tanto, el trabajador florero es aquel que está en su trabajo, para que lo vean que está, independientemente de lo que haga.

Este especie de trabajador, al contrario del ‘lince ibérico’ no es que no esté en peligro de extinción, si no que es justo lo contrario, cada día están más pobladas las empresas de miembros de esta especie.

Un empleado engaged reconozcamos que es una utopía para los empresarios, sin embargo un trabajador florero es una realidad.

Siempre se dice que los extremos son malos, entonces ¿por qué en este caso un extremo (positivo) es utópico y otro (negativo) es más que real?

Ya hablamos de forma indirecta de esto en el post anterior al definir la productividad ‘a la española’, pero en ese caso vamos a intentar profundizar más en esta especie.

Por norma general, salvo excepciones lógicamente, cuando un trabajador comienza en una empresa, empieza con unas expectativas, unas necesidades creadas, un plan de desarrollo profesional,…., que en base a como se vaya cumpliendo (o incumpliendo), hacen que el trabajador se sienta más engaged o más florero.

¿Qué o quién hará que se encamine en una u otra dirección?

Pues secilla y llanamente, los departamentos de RRHH.

Me vale que se diga que es imposible tener mucho tiempo a los empleados engaged, ya que los cambios en las conductas humanas hacen muy variable a las persona. Pero eso no es obstáculo para que todo departamento de RRHH aspire a tener a todos sus miembros engaged.

Y es aquí cuando se ve la doble dirección que ha pasado en nuestras organizaciones y hacemos una secuencia:

Organización promete y no cumple =>Empleado desengaged =>Departamento de RRHH intenta motivar :

a) Lo consigue => engaged de nuevo.
b) No lo consigue => más desengaged en el empleado y más dificil traerlo al redil =>Depatartamento de RRHH desengaged también.

Cuando el nivel de desengaged es considerable, y ya ha desistido de su cometido el departamento de RRHH, se llega a lo que es el ‘trabajador florero’ : no se busca el tenerlo engaged más, simplemente se contenta con que esté, haga lo que haga, cumpla o no cumpla las expectativas que en habían sido depositadas en él. Es lo que yo defino como la ‘resignación’ de los RRHH.

Aquí, así estamos como estamos, cada día más trabajadores floreros campan por las organizaciones. Son los que se valora que estén presentes, con independencia de lo que produzcan: ‘lo importante es que se me vea, que sepan que estoy ahí’. En eso se han quedado muchos departamentos de RRHH, en la resignación, en aquello de que ‘ de los males,….. el menor’.

Vivimos en un pais de ‘titulitis, y en este caso de ‘presencialitis’: o te ven en el trabajo o es que no estás haciendo nada. Por eso es que aquí, nuestras empresas a parte de muy poco productivas, no se orientan por ahora hacia la socialmedia o hacia el teletrabajo, por que son formas ambas de no tener ‘presentes’ a los empleados.

Y el cometido de cambiar esto está en manos de los departamentos de los RRHH. Nunca deben de resignarse a tener trabajadores florero.

 


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