'Rubal acaba'. El Psoe ya tiene nuevo secretario general

El pasado sábado se cerraba la lucha electoral interna del Psoe de la que resultó ganador Alfredo Pérez Rubalcaba. Tras varias semanas de idas y venidas, tanto el nuevo secretario como la segunda opción y no ganadora, Carme Chacón, dejaron de lado sus diferencias para afrontar ante sus electores la posibilidad de ser los responsables de una nueva era socialista.

El que será líder de la oposición, estará al frente de la nueva era para, como aseguró, “evitar que los populares sigan engañando con promesas incumplidas a los españoles”. Rubalcaba que ganó por un estrecho margen, se enfrenta tras las pasadas elecciones, a las cotas de representación más baja de la historia del PSOE desde 1977 y que avalaban la invitación a que dejara el paso a otros.

Por su parte Chacón esgrimió como arma que Rubalcaba era el pasado, algo que él optó por llamar a su favor, currículum. La diferencia de votos demostró que el partido socialista está más que dividido ya que tuvieron que realizar el recuento una segunda vez por separarse uno de otra por tan solo 22 votos. Además de registrarse dos votos en blanco y uno nulo.

Pero que no se asusten aquellos que buscaban un cambio en la izquierda o que esperaban que por fin fuera una mujer la que liderara un partido como el Psoe después de tantos años porque su elección no significa que sea el candidato a las próximas elecciones generales dentro de 4 años ni mucho menos. Simplemente estará al frente de su partido y como destacan en el entorno político, el futuro ya se verá.

Y aunque Rubalcaba haya sido Ministro del Interior y conozca profundamente el entorno del ejecutivo, es una pena que Chacón no haya tenido esa ansiada oportunidad de enfrentarse a los Populares, sobre todo porque habría dado mucha guerra, y más tras haber sido Ministra de Defensa. Ahora nos queda ver qué pasará con España y ya no por lo que propongan los socialistas sino más bien, por el caso que hagan en el PP a estas propuestas porque si queremos salir de esta, no les quedará otra que (como dicen astutamente los empresarios) “arrimar el hombro”.

Esta es la crónica habitual, de un día como otro cualquiera…

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