Revista Cultura y Ocio

Ruta del azafrán de La Mancha

Por Antoniobellon @sabersabores

Lagunas y pueblos de leyenda salpican La Mancha, una tierra cubierta por el color violeta de la flor del azafrán


Atraídos por el intenso aroma del azafrán, uno de los condimentos más apreciados de la cocina española, comenzamos la ruta en Alcázar de San Juan, ciudad con un riquísimo pasado. Su universidad contaba en el siglo XVII con cátedras de medicina, teología, filosofía, gramática y arte. Tras más de un siglo de decadencia, fue el ferrocarril lo que le devolvió la prosperidad.

De su centro histórico destaca la Plaza de Santa Quiteria, dominada por su iglesia, un bello y sobrio ejemplo del barroco clasicista. A pocos metros nos encontramos con la Plaza de España y con los importantes edificios del casco antiguo, como el Torreón del Gran Prior, una torre almohade del siglo XIII, y la iglesia de Santa María la Mayor, donde fue bautizado Miguel de Cervantes, cuya estatua se yergue en la plaza.

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Cervantes en Alcázar de San Juan. Autor, cosasdealcazardesanjuan.wordpress.com

Seguimos nuestro camino y a pocos kilómetros entramos en Villafranca de los Caballeros, pueblo de La Mancha húmeda famoso por sus lagunas. Al atravesarlo, un discreto sendero nos lleva por un largo y agradable paseo, que los lugareños gustan de hacer a pie o en bicicleta, hasta el magnífico humedal formado por la Laguna Grande, la Laguna Chica, la Laguna de la Sal y la Dehesa Encharcable.

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Atardecer en la Laguna Grande de Villafranca de los Caballeros. Autor, Carlos Campo

Camuñas es el siguiente alto en el camino. Sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Azafrán de La Mancha, está rodeada de campos de esta especia, pero sólo se adivina su presencia entre octubre y noviembre, meses en los que se recoge la flor, de un color violeta intenso.

Siguiendo el río Amarguillo llegamos hasta Madridejos para realizar una parada imprescindible en su Museo del Azafrán y Etnográfico. Un recorrido didáctico por el proceso de cultivo, desde la preparación de la tierra, monda de la cebolla, plantación, recogida y monda de la rosa, así como por el tueste, corte, partición y venta del azafrán. No faltan sus usos gastronómicos y medicinales. Sin duda, estaremos presentes en octubre para celebrar sus Jornadas del Azafrán.


El azafrán desprende un intenso aroma cuando se recoge en otoño


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Flor del azafrán. Autor, xjuanor

Nuestra ruta nos acerca ahora al Cerro Calderico, con sus molinos de viento y el castillo de La Muela, del siglo XII, en Consuegra, un magnífico pueblo de casas nobles mezcladas con edificios de distintos periodos arquitectónicos. Mezcla de la piedra, de tradición cristiana, con el ladrillo, de tradición árabe. En nuestra agenda anotamos la fiesta de la Rosa del Azafrán, también para octubre.

De vuelta a Madrid, merece la pena visitar Tembleque. Una avenida arbolada refresca la entrada a este bonito pueblo, al que Juana la Loca nombró villa en el siglo XVI. En la calle del Convento pasamos frente a la señorial Casa de las Torres, con una magistral portada barroca. A pocos metros, la Plaza Mayor, una joya de la arquitectura popular manchega, es la última parada de esta interesante ruta de intenso aroma manchego.

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Cerro Calderico. Consuegra. Autor, Santiago López-Pastor

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Plaza Mayor de Tembleque. Autor, Santiago López-Pastor

El rincón del azafrán

Esta especia refinada, procedente de los filamentos de una bella flor violeta, fue introducida en la Península por los árabes. Ellos fueron los que le dieron el nombre de safaran, que significa amarillo. En La Mancha adquiere un color intenso y un aroma penetrante. De las efímeras flores sólo se aprovechan tres estigmas.

El proceso de elaboración –desecado mediante tostado a fuego lento en lugar de secado al sol- es responsable de que el producto tenga una mejor presencia, un inigualable aroma, mayor contenido en safranal y poder colorante. El azafrán de La Mancha será siempre el de la cosecha del año de recogida y se presenta al consumidor en hebra, nunca molido.

Destaca su contenido en carotenos, que se transforman en vitamina A y actúan como antioxidantes y anticancerígenos. Toda una joya nutricional.

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El aroma del azafrán. Autor, Gabo

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Un artículo de Antonio Bellón Márquez
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Fotografía de portada: Flor de azafrán. Autora, Soledad Garcia Salas


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