Hoy visitamos Castellar Viejo este pequeño pueblo se encuentra encaramado en lo alto de un cerro y rodeado completamente por las murallas de su castillo de origen árabe. Lo que le hace ser una de las escasas fortificaciones medievales habitadas hoy en día.
Cómo llegar a Castellar Viejo
En coche. Si venimos desde la parte occidental de Andalucía deberemos tomando la Autovía A-361 (Jerez-Los Barrios) y desde aquí tomar la A-405 (Algeciras-Ronda) hasta llegar al municipio. Si venimos por el oeste (Málaga o Almería), podemos tomar la autovía del Mediterráneo A-7, dirección Algeciras, saldremos por la salida 130 dirección Guadiaro-Castellar-Sotogrande, para después conectar con la A-4100.
Castellar Viejo se encuentra a unos 8 kilómetros de lo que es hoy es Castellar, el principal núcleo de población. El acceso se realiza a través de una vía de montaña que asciende hasta la fortificación.
Ruta por Castellar Viejo
Sus orígenes se remontan a la Edad del Bronce, pero es con la conquista musulmana cuando adquiere su verdadera identidad. Su fortaleza fue un fortín musulmán del siglo XIII hasta que lo ganó la Casa de Medinaceli. Desde entonces ha sido lugar de residencia de la diferente nobleza.
A finales de los 60, la mayor parte de su población es evacuada a un nuevo asentamiento a la falda de la montaña. Sólo unos 150 vecinos, entre resistentes del asentamiento original y extranjeros llegados tras el éxodo, permanecen hoy en el interior de la fortaleza junto al pantano de Guadarranque.
Tras cruzar la puerta de acceso a la fortaleza, llegaremos a un pequeño patio de armas, desde el que se accede al conjunto de calles empedradas y casitas blancas de la villa.
La primera parada es el alcázar de los Condes de Castellar, actualmente acondicionado como hotel y mesón-restaurante. Junto enfrente encontramos la Iglesia del Divino Salvador de estilo barroco (siglo XVII). Hoy sin culto se utiliza como centro de exposiciones temporales.
El interior de la villa es de una belleza singular, formado estrechas calles que mantienen su origen islámico. Gracias a los vecinos de la villa que se han preocupado por conservar el encanto del lugar, con plazuelas y balcones adornados de flores, macetas y enredaderas.
Los vecinos viven principalmente del turismo, por lo que podemos encontrar pintores bohemios, artesanos y músicos; venidos de diferentes puntos de la provincia hasta algunos más lejanos como holandeses y alemanas que pasaron por aquí y decidieron quedarse. Incluso podemos encontrar al ex presidente del Gobierno Felipe González, que tiene casa aquí, y cuyo hijo reside de forma más o menos permanentemente en la villa, exponiendo sus obras como pintor. Gente anónima que cambiaron sus trabajos estresantes para disfrutar de la paz y la tranquilidad de Castellar. Y ya de paso hacer que este pequeño pueblo no caiga en el olvido como tantos otros.
Las calles de Castellar esconden algunos rincones curiosos, como el balcón de los amorosos, con unas vistas espectaculares del pantano. Y como supondrás, el balcón encierra alguna leyenda de enamorados con trágico final. En el paso de ronda de la muralla podemos acceder también a uno de los aljibes del castillo que suministraba agua a los habitantes de la fortaleza. Aunque hoy ya no se usa, todavía se conserva en perfecto estado.
Más información
Web del Ayuntamiento: https://www.castellardelafrontera.es
Dónde comer
Los más recomendables:
- Asociación de Stevie (calle Corralete 17): un sitio tan original como Castellar tenía que tener un lugar como éste. Pasa, tomate algo y si quieres pregúntale que tiene para comer hoy.
- Gastrokook (Avenida las adelfas s/n): se encuentra en Castellar de la Frontera pero merece la pena acercarse solo por probar alguno de sus pasteles artesanos con ingrediente naturales, algo que no esperarías encontrar en un pueblo.
Dónde dormir
En esta villa tan original podremos alojarnos tanto en el hotel como en varias de sus casas rurales así que a qué esperas para hacer tu reserva.
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Puzzle De Bloques
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