La ruta de hoy es sin lugar a dudas una de las más populares del Valle del Jerte. Quizás sea por la belleza y originalidad de sus pozas o pilones, creados por la fuerza de la erosión del agua en la roca granítica, por estar en el corazón de la Reserva Natural de la Garganta del Infierno o por sus aguas cristalinas. Así que a que esperar para acercarte a conocerlo.
Cómo llegar
El Centro de Interpretación de la Garganta de los Infiernos está situado junto a la N-110 (la carretera que recorre el Valle del Jerte), a 3 km de Cabezuela del Valle en dirección al pueblo de Jerte encontramos a la derecha la entrada.
Ruta de los Pilones
Situada en el Valle del Jerte, esta reserva natural está comprendida entre la vertiente noroeste de la Sierra de Tormantos, la vertiente suroeste de la Sierra de Gredos y el río Jerte. En la zona se pueden contemplar numerosos saltos de agua y cascadas, así como las marmitas gigantes de la zona conocida como Los Pilones.
Comenzamos la ruta junto al Centro de interpretación de la reserva natural de la Garganta de los Infiernos. En dicho centro podemos obtener un mapa e información sobre la ruta.
El sendero sale del margen derecho de la pista forestal señalizado por carteles. La ruta está totalmente indicada en el sendero, es imposible perderse, tan solo hay que seguir los carteles informativos o las marcas de pintura verdiblanca.
Comienza ascendiendo en un principio al abrigo de grandes castaños que pronto son sustituidos por robles de gran altura, y cuya sombra nos hará más llevadero el esfuerzo en la ascensión durante los meses de verano.
El final del ascenso nos llevará a una pequeña pista forestal, pero no andaremos mucho tiempo por aquí, ya que un cartel que nos indica a unos metros que continuemos por una pequeña senda,
La senda continúa sin apenas pendiente recorriendo el frondoso bosque de robles, hasta una gran piedra a nuestra derecha, desde donde podemos observar una excelente vista panorámica del Chorrero de la Virgen.
Retomamos el sendero y continuamos avanzando junto a una alambrada a nuestra derecha de una finca particular, hasta alcanzar un camino enlosado en piedra.
Tras el camino empedrado no topamos de lleno con los pilones. Podemos cruzar el puente y subir por unas escalinatas excavadas en la roca desde donde poder ver desde arriba los diferentes pilones. Uno de los cuales incluso tiene forma de trébol.
El final del camino nos lleva hasta una fuente de agua, donde poder beber agua fresca de la montaña. Así que después de haber hecho una cuantas fotos a esta maravilla volvimos sobre nuestros pasos, en unos 40 minutos estábamos de nuevo en el Centro de Interpretación.
Más información
- Recorrido: senda circular señalizada
- Distancia: 6 km (ida y vuelta)
- Tiempo estimado: 2 horas
- Dificultad: Baja, en ascenso inicial es la parte más cansada después es todo llano. Pudimos ir sin problemas con Adrián andando todo el camino.
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