Rutas de Patrimonio Cultural: El Camino del Cid

La tercera que las sesiones sobre Rutas de Patrimonio Cultural de Castilla que he impartido en la Univesidad de la Experiencia (Universidad de Valladolid, Campus de Segovia) ha versado sobre El Camino del Cid, una ruta “desconocida” en general por los castellanoleoneses, que sin embargo guarda numerosos y placenteros “encuentros” con la historia, la literatura, el pasiaje natural y la gastronomía. Es la corneja, el pájaro que acompañó a El Cid camino de su destierro hacia Valencia, la que se nos da a conocer en el “salvoconducto” que el viajero debe ir sellando a lo largo de las distintas paradas y la que nos guía en un recorrido donde paso a paso se descubre quién fue en vida El Cid -miembro de la corte castellana del Rey Sancho II el Fuerte, siglo XI), y cómo se convirtió en personaje de leyenda a través del cantar de gesta que llevó por título El Cantar del Mío Cid, ya en el siglo XIV. Los españoles, tuvimos la ocasión de poner “rostro” tanto al Cid como a su esposa Doña Jimena hace más de cincuenta años, en la película protagonizada por Charlton Heston y Sofía Loren, y esta forma, aprendimos y comprendimos mejor cómo fue su vida, las batallas en las que participó y las razones por las que se convirtió en un personaje legendario y cautivador.

El recorrido actual de El Camino del Cid, diseñado a partir de la creación de un Consorcio en 2002 que une a diversas diputaciones provinciales, es mucho más amplio que el original, un camino de 18 kilómetros que unía las poblaciones de Vivar del Cid -nacimiento-, Burgos y San Pedro de Cardeña -donde reposan sus restos- que se puso en marcha en 1996. Hoy, el viajero puede disfrutar de un recorrido que atraviesa la provincias de Burgos, Soria, Guadalajara, Zaragoza, Teruel, Catellón, Valencia y Alicante, a sabiendas de que a principios del siglo XX, el investigador Ramón Menéndez Pidal, acompañado por su mujer, marcó un primer recorrido al que ya se le denominó Ruta Cidiana.

El Camino del Cid, cuyo kilómetro cero parte de Vivar del Cid, se define como “itinerario turístico cultural que sigue las huellas de Rodrigo Díaz de Vivar siguiendo como guía de viaje el Cantar del Mío Cid”, y puede planificarse bien a través de recorridos en vehículo, o bien, a través de rutas dedicadas a los senderistas y a los cicloturistas. Por ello, y con el fin de recorrer su camino hacia el destierro por tierras castellanas, que se inicia en Vivar del Cid (Burgos) y concluye en Atienza (Guadalajara) sumando un total de 285 kilómetros, el viajero puede optar por las quince jornadas marcadas para los senderistas o las cinco diseñadas para los cicloturistas.

En todas la opciones, ya sea en vehículo, en bicicleta o a pie, se recorren ocho localidades, a fin de conocer más de cerca su patrimonio histórico artístico, su entorno natural y sus peculiaridades locales en forma de cordero asado o de productos culinarios como la Torta del Cid. Comenzando en Vivar del Cid, se continúa por Burgos capital, el Monasterio de Silos, San Esteban de Gormaz, el Burgo de Osma, Berlanga de Duero, Miedes de Atienza y Atienza, ya en Guadalajara.

Partiendo del Monumento al Cid, sito en Vivar del Cid, se llegará Quintanilla, Villatoro y desde allí a Burgos capital. En este entorno urbano, la estela del Cid debe seguirse a través del Arco de San Martín, el Solar del Cid, la Iglesia de Santa Águeda, el Arco de Santa María, el Puente de San Pablo o el Palacio de la Diputación de Burgos -donde están los murales pintados por Vela Zanetti-.  Saliendo de Burgos, camino de Soria, las paradas obligadas serán: el Monasterio de Silos, la iglesia de San Miguel en San Esteban de Gormaz, la Catedral del Burgo de Osma -que también da cabida al turismo termal-, así como el Castillo de Gormaz, o la localidad de Berlanga de Duero, para descubrirla como conjunto arquitectónico. Finalmente, y ya en la provincia de Guadalajara, el viajero podrá hacer una paraja en la plaza de Miedes de Atienza, antes de concluir el camino en  Atienza, para “empaparse” de la historia y el arte que conservan el castillo y tres museos, el de arte religioso, el de arte sacro y el museo paleontológico.