De entre todos los avances de la ciencia, aún quedan muchas cosas por averiguar, por ejemplo, los pedos.
Aquellos gases que nos hacen pasar vergüenzas (a veces), muestran en realidad más sobre la salud de lo que podemos imaginar.
Para empezar, hay que tener en cuenta que los pedos son una función fisiológica normal, y que así como la orina o las heces fecales, son un producto del proceso de digestión en nuestro organismo.
El doctor Peter Gibson, de la universidad de Monash, explica que cualquier cambio en estos gases, puede indicar alguna enfermedad en el proceso digestivo.
El incremento de metano y de hidrógeno pueden ser signos de que algo no va bien, sin embargo, es muy difícil encontrar la razón, sobre todo porque tomar muestras de pedos es complicado. En todo caso, hay ciertas ventajas que produce sacarlos del cuerpo.
Tirarse pedos es bueno para el colon; reduce la hinchazón abdominal; es un buen signo de alerta; olerlos es bueno para la salud debido a que respirar sulfuro de hidrógeno en pequeñas cantidades previene enfermedades futuras; ayuda a equilibrar la dieta debido a que, paradójicamente, el aroma da signos de que algo no va bien con algunos alimentos que consumes; muestra que tienes buena flora intestinal, y lo obvio, es un alivio enorme.
Por lo pronto, lo ideal no es que ahogues a tu pareja o la hagas pasar momentos incómodos, peor aún, que aproveches el transporte público, puesto que siempre se puede ir a un baño, aprovechar una caminata al aire libre o disfrutar de la soledad para estar más tranquilo.
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