Revista Opinión

¡Sacad vuestras sucias zarpas de las mentes de los niños!

Publicado el 21 enero 2020 por Carlosgu82

¡Sacad vuestras sucias zarpas de las mentes de los niños!

¡SACAD VUESTRAS SUCIAS ZARPAS DE LA MENTE DE LOS NIÑOS!

En la actualidad surgen unos debates que hubiera parecido imposible que solo quince años atrás surgieran. La izquierda, con tal de crear ciudadanos “lobotomizados” para continuar expandiendo ese cáncer que es el socialismo y hacerse con el poder en aquellos países que cuentan con un electorado más inteligente, gracias a lo cual gobierna la derecha, o el centroderecha;  o  perpetuarse en él, en aquellos otros países en los que el electorado está menos preparado, y lee menos, siendo más permeable a las mentiras que cuentan desde la izquierda, gracias a lo cual ya está en el poder como, desgraciadamente, es el caso de España. La izquierda es capaz de cualquier cosa con tal de conseguir tales propósitos y está organizada a nivel internacional, lo que puede verse con todo este tinglado que se ha montado entre México, Bolivia, Venezuela y España y es que no le queda otra, pues para difundir la gran mentira que supone en sí misma, necesita de organización. La izquierda está muy organizada, lo que puede verse en las redes sociales y en esta misma plataforma de NoCreasNada, en donde hay siempre gente escribiendo y difundiendo sus mensajes y cuando uno escribe algo que se sale fuera del guión, enseguida salen a realizar comentarios no muy “amables” (hay alguna honrosa excepción que debate con educación y argumentando, pero es una excepción, lo normal es que se perciba que están “molestos”), cuando no te hacen un “cordón sanitario” y nadie sale a debatir contigo, haciéndote el vacío, porque se trata de desanimar, de silenciar a todo aquel que opine diferente; normalmente entran y leen tu artículo pero no lo votan para que deje de ser visible con la mayor rapidez posible, pero si alguien de “tu cuerda ideológica” te da cinco estrellitas de valoración, enseguida surge “un tupamaro” que te vota y que te da una para que baje el promedio. Esta organización es más visible, aún, a nivel de medios de comunicación, que están todos confabulados en campañas de desprestigio para la destrucción del adversario. En su momento el adversario fue el PP y entonces hubo una campaña clarísima de los medios de comunicación en el sentido de que “PP=corrupción” y uno se quedaba “asombrado” de que esa campaña funcionara y se silenciaran los casos de corrupción del PSOE que eran más numerosos y de mayor cuantía que los del PP; ahora la izquierda le tiene pánico a VOX y de entrada, todos los medios de comunicación, nada más referirse a VOX, hablan de “el partido de ultraderecha VOX” y, a partir de aquí, toda la sarta de mantras mentirosos que se le adjudican (que si es un partido machista; que si es un partido homófobo; que si es un partido ultracatólico; que si es un partido xenófobo…) en una campaña perfectamente orquestada que cuenta con voceros en todos los ámbitos y a todos los niveles.  La izquierda está llevando hasta sus últimas consecuencias la más célebre de las frases enunciadas por el príncipe Nicolás Maquiavelo de que “el fin justifica los medios” para conseguir el propósito de expandirse como una metástasis y, visto el “éxito” del movimiento separatista catalán que, en cuarenta años de democracia durante los cuales los diferentes partidos que se han alternado en el Gobierno de la nación han dejado hacer al nacionalismo lo que le ha dado la gana, con tal de poder llegar a pactos con él, consiguiendo que el sentimiento separatista llegue a ser hasta casi el 50% de la población y eso gracias, en gran parte, al adoctrinamiento que se ha estado llevando a cabo en los centros docentes catalanes. Y la izquierda quiere hacer lo mismo, quiere adoctrinar en sus ideas a los niños desde su más tierna edad para lo que la “disculpa” son todas estas campañas “de que si hay que educar en la sexualidad a los niños desde pequeñitos para que vean el sexo como algo natural”; “de que si hay que hacerles ver que la homosexualidad es algo bueno”; “de que si tienes que ser feminista porque si no, eres machista y si eres feminista, tienes que ver bien que las mujeres abusen de los hombres porque estos han estado abusando de ellas desde el principio de los tiempos”…aunque eso son todo “disculpas” para ir enseñoreándose, poco a poco, de las mentes más vulnerables. Y si hay “daños colaterales” será algo asumible; es decir, si hay algún niño que, cuando crezca, no querrá saber nada del sexo, convirtiéndose en un adulto infeliz, por culpa de que, en el colegio, tuvo alguna experiencia traumática por culpa de esas clases de sexualidad, será un “coste asumible” con tal de que se extiendan las teorías de Marx; si algún niño se suicida, en su etapa adolescente, porque cuando estaba en el colegio le hicieron creer que era homosexual, aunque en realidad no lo era sino que estaba confuso, como consecuencia de su propia inmadurez, y a causa de ello, se convirtió en transgénero cuando, en realidad, una vez que llegó a la adolescencia, se dió cuenta de que se sentía atraído por las personas del sexo contrario, será un “daño colateral”, un “coste asumible” si con ello Pablo e Irene pueden quitarse la hipoteca de encima en unos pocos años.

Todo esto de que se trate de adoctrinar a los niños desde primaria me parece aberrante; me parece algo propio de monstruos, propio de mentes enfermas. Si ya ni siquiera se respeta. Y esta es la izquierda: hipócrita y aberrante, que condena los casos de abusos sexuales por parte de sacerdotes católicos, pero no por los abusos sexuales en sí, sino porque han sido cometidos por sacerdotes católicos, porque si esos abusos sexuales son cometidos por un musulmán que se casa con una niña de nueve años, “todo está bien porque lo hace en el marco de sus creencias religiosas y de sus costumbres. Ahí no entramos” y luego pretenden normalizar la corrupción de menores en las aulas de toda España.

Las instituciones docentes públicas deben de ser neutrales, sin que tomen partido por ninguna ideología; deben de aportar conocimientos a los niños y a los jóvenes, no deben adoctrinar en ideología alguna; se les debe de formar aportándoles conocimientos asépticos, carantes de cualquier carga ideológica. La educación en el conocimiento debe de pertenecer al ámbito escolar; la educación en valores debe de quedar en el ámbito familiar.

Decía la ministro de Cultura que “los niños no son propiedad de sus padres” y eso es verdad, porque desde que la esclavitud fuera abolida, ningún ser humano puede ser objeto del derecho de propiedad de ningún otro ser humano, pero tampoco de ninguna persona jurídica, organismo o institución, pública o privada. Es decir, que los niños no son propiedad de sus padres, pero tampoco son propiedad de ningún Gobierno ni de ningún partido político.

La Constitución española, en su artículo 27, establece:

«1.-Todos tienen el derecho a la educación. Se reconoce la libertad de enseñanza.

2.-La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales.

3.-Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.

…»

O sea que está claro que ese “Pín parental” que ha impulsado VOX en Murcia lo único que hace es exigir a las instituciones públicas que sean respetuosas con este tercer apartado del artículo 27 de la Constitución para que reciban clases de sexualidad aquellos niños cuyos padres estén de acuerdo con que las reciban y para que no las reciban aquellos niños cuyos padres no estén de acuerdo con ello.

Pero, la izquierda, como siempre, con sus campañas de desprestigio y con sus mantras, quiere criminalizar lo que es de sentido común; lo que es legal y lo que es justo.

La izquierda quiere violar un artículo de la Constitución, no modificarlo; quiere saltarse el principio democrático del Imperio de la ley que dice que la ley debe de ser respetada por todos y quiere, por tanto, llevarnos a los tiempos en que regía la ley del más fuerte, quiere llevarnos a la época de las cavernas, ignorando lo que dice el artículo 27 de la Constitución, al igual que ha hecho en la LIVG, al vulnerar el artículo 14 de la Constitución, ignorando el principio de la igualdad de sexos, estableciendo la presunción de culpabilidad por parte del varón, pero, luego, habla del “pin neandertal”.

O sea, que si quiero educar a mi hijo en mis creencias y no en las tuyas, soy un neandertal; y también lo seré, ¡faltaría más!, si quiero que tu hijo se eduque en mis creencias. En cualquier caso seré un neandertal si no me avengo a tus ideas de igual modo que soy un “facha”si no me avengo a lo que tú sostienes en todos los demás ámbitos y de igual modo que soy un “negacionista” si no transijo en lo que tú sostienes de que la única violencia que se produce y que es digna de protección en el ámbito familiar es la del hombre hacia la mujer.

Volviendo a lo de antes de que los niños no pueden ser objeto del derecho de propiedad, por parte de nadie, también es una realidad fuera de toda duda que, debido a la inmadurez propia de su edad, los niños no pueden ser responsables de sus decisiones, es decir, no se puede dejar en sus manos decisiones que comprometan su futuro, por todo ello están sujetos a la tutela de algún adulto que tome esas decisiones por ellos. Esa tutela se denomina “patria potestad” y esos adultos a los que se les reconoce la titularidad de esa tutela, de esa patria potestad, como es lógico, son sus padres. Y se les concede la titularidad de esa potestad a los padres del niño como consecuencia de esa relación paterno-filial que se ha establecido desde el momento del nacimiento del niño; se les concede esa potestad a los padres en virtud de esa relación tan especial que se establece entre el niño y sus padres que es el amor paterno-filial; es decir, se concede esa potestad a los padres del niño desde el supuesto de que como ellos nadie va a querer a su hijo y de que, por esta razón, ellos van a querer lo mejor para él.

Si el niño enferma, de su cuidado se van a ocupar sus padres, no Isabel Celaá, ni Pedro Sánchez, Pablo Iglesias o Irene Montero.

Si el niño sufre un accidente y muere, su recuerdo perdurará en la mente de sus padres, no en la de Isabel Celaá, en la de Pedro Sánchez, Pablo Iglesias o Irene Montero.

Si el niño comete un delito y hay que realizar una reparación de daños, del pago de los mismos se harán cargo sus padres, no Isabel Celaá, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias o Irene Montero.

Los padres se pasarán toda la vida trabajando para dejar a sus hijos lo mejor situados posible, dejándoles en herencia el mayor patrimonio que hayan podido reunir mientras que Isabel Celaá, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias e Irene Montero tratarán de quitarle todo lo que puedan de ese patrimonio en base a un Impuesto que solo existe en España, dentro del ámbito de los países de la unión Europea porque es una vulneración del principio de doble tributación. Mientras que aquellos tratarán de despojar de todo lo que puedan de su herencia al niño con la disculpa de que “hay que corregir las desigualdades que tengan su origen en la cuna de procedencia”

Y esa patria potestad puede ser definida como el conjunto de derechos que la ley concede a los padres sobre los hijos y sus bienes en tanto son menores de edad y no estén emancipados con el objetivo de que los sostengan y los eduquen, siempre en aras del principio del interés del menor.

El Código Civil, regula esta potestad y en su artículo 154 establece:

“Los padres que ejercen la patria potestad tendrán los siguientes derechos y deberes:

1.-Velar por los hijos, tenerlos en su compañía, alimentarlos, educarlos y procurarles una formación integral.

2.-…”

Así pues, está claro que el decidir sobre la educación que deben de recibir los niños es un derecho que asiste a todos los padres y sobre lo que solo ellos tienen derecho a decidir y que toda esta polémica surgida al respecto es  artificial y mentirosa y el único propósito de la misma es “hacer pasar por el aro” a las familias asumiendo que el Gobierno tiene todo el derecho a adoctrinar a sus hijos, siempre y cuando se trate de un Gobierno de izquierdas adoctrinando a los niños en ideologías de izquierdas, claro está,  porque si mañana hubiera un Gobierno de derechas que quisiera “formar” en la fe católica o en el espíritu patriótico, por ejemplo, …¡buenooooo!, ¡las calles arderían, en virtud de esa superioridad moral que se atribuye la izquierda!


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