Revista Salud y Bienestar

Salsa de soja: mira bien la etiqueta

Por Moiseschacon @nomasaditivos

La salsa de soja es uno de esos productos que no debería contener ningún aditivo ya que no lo necesita en absoluto. Así que, de entrada, huye de cualquier marca que le añada sustancias innecesarias. Existen diversas variedades, tal y como puedes leer en este enlace.

De otro lado, este condimento de origen chino se debe consumir con mesura ya que es muy rico en sal. Una última advertencia antes de entrar en materia: lee bien el etiquetado porque es muy fácil confundirse y terminar comprando un sucedáneo.

Tabla comparativa

En esta ocasión he ordenado las distintas marcas no solo por los aditivos, sino también por su contenido en sal y por su ausencia de azúcar. De esta manera la más recomendable sería la ecológica Biocop seguida de Vitasia (Lidl), Carrefour y Kikkoman. Es una lástima que una marca tan prestigiosa como Ecocesta contenga una cantidad de sal tan elevada: ¡32,5 gr. por cada 100 de producto!

La marca Kim Ve Wong queda automáticamente descartada ya que utiliza soja modificada genéticamente. La de Heinz no es, en realidad, salsa de soja, sino una salsa dulce con un poco de soja. Algo parecido ocurre con Borges que lo que hace es mezclar vinagre balsámico con salsa de soja. La peor de todas es la versión light de Amoy que incorpora dos potenciadores del sabor.

En rojo

  • E-150d, colorante caramelo de sulfito amónico. De entrada, mi recomendación es evitar productos con colorantes y saborizantes ya que son innecesarios que, a menudo, se utilizan para disfrazar la falta de calidad de los ingredientes. Con el E-150d hay que tener especial cuidado ya que en su producción se generan sustancias potencialmente cancerígenas, como el 4-metilimidazol. De hecho, el estado norteamericano de California obliga a advertir de este peligro en aquellos productos que contienen este colorante por encima del umbral establecido como seguro. Esto ha llevado a algunos fabricantes de refrescos a reducir la cantidad de este aditivo en sus productos.
  • E-627, guanilato disódico. Los potenciadores del sabor, como los colorantes, disfrazan los productos. Este, además de estimular el apetito (lo cual no es bueno), en dosis elevadas se transforma en ácido úrico. Esto lo hace nada recomendable para quienes padecen gota y tampoco para la población en general.
  • E-631, inosinato disódico. Casi igual que el anterior.

Conclusión

Existe una amplia variedad de salsas de soja sin aditivos, eso no quita que leas bien el etiquetado no sea que acabes comprando otro tipo de salsa con algo de soja. Y, ya sabes, cuanta menos sal contenga la salsa de soja (y todo lo que comes en general), mejor para tu salud.

Fuentes

- " ¿Veneno en su plato?". Editado por la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios).
- " Guía completa de aditivos alimentarios ".


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