Sánchez contra el PSOE

Pedro Sánchez fue tan rotundo, tan exhaustivo denunciando a Mariano Rajoy como el mal absoluto, como el monstruoso Leviatán, que le negó toda posibilidad de redención y lo castigó a la condenación eterna.

Hizo un discurso tan radical contra Rajoy negándole toda posibilidad de gobernar que hasta convirtió en negativos los datos evidentemente positivos de su mandato, como el cambio de tendencia de la destrucción de empleo tornado en su construcción; y ya ni siquiera usó el argumento de que el empleo es de mala calidad.

Los diputados socialistas, y no todos, le aplaudían con evidente desgana, pero le aplaudían, lo que los comprometía con su actual y radical jefe.

Va a ser difícil que puedan volverse atrás, aun sabiendo que unas terceras elecciones posiblemente serán suicidas para el PSOE, y como el Comité Federal no de un golpe de autoridad, parece seguro que habrá esas elecciones.

En su entusiasmo negacionista de toda posible virtud en Rajoy cayó incluso en un error que podía haber evitado, al culpar al PP de algo que le toca muy de cerca

Denunció que hay trabajadores explotados durante muchas horas que no se les pagan, cuando su principal consejero, su mujer, Begoña Gómez Fernández –hija de un expropietario de saunas gay, centros de prostitución masculina--, es socia y directora de Inmark Europa, empresa de “empleo basura”, con trabajadores de incluso más de ocho horas diarias por 400 euros al mes, como han explicado algunos de ellos.

Con ese vergonzoso ejemplo para liderar España fue tan exhaustivo en su denuncia que provoca fijarse en él y que divulguen estos datos, si no otros partidos políticos, los medios informativos que hasta ahora han respetado su intimidad evitando exponer su hipócrita falta de ejemplaridad.

Este tipo es un Corleone dentro del PSOE, y alguien tiene que decirlo, porque a su lado los Bárcenas y compañía son estúpidos choricillos.

Sánchez ha ordenado la ejecución de histórico partido el 25 de diciembre, su Semana Santa, conmemoración no de un nacimiento, sino de una crucifixión.

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SALAS