Sareb, el “banco malo” español

Por Alberto Redondo Parada para A360 Grados.

Aunque son varios los bancos “malos” que existen en España, ahora hay uno que lo es de manera oficial. Su nombre es Sareb, acrónimo de Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria.

En realidad no se trata de un banco, puesto que no dispone de licencia bancaria, sino de una sociedad privada respaldada por el Estado y financiada por el Fondo de Reestructuración Bancaria (FROB) con un 45% del capital, los bancos, las aseguradoras y distintos fondos de inversión de capital riesgo. Su finalidad es sanear el sector financiero español y que vuelva a fluir el crédito a la economía real, algo que llevará a cabo absorbiendo parte de los activos financieros e inmobiliarios que poseen los bancos nacionalizados durante estos años. En otros países también se han creado instituciones parecidas con el mismo objetivo, como en Irlanda, que cuenta con el Nama (Nacional Asset Management Agency).

En líneas generales, los bancos transfieren a la Sareb sus activos tóxicos con un descuento medio del 63% sobre el valor contable, para que de esta forma ese descuento implique una pérdida para los bancos que recibieron ayudas públicas a través del rescate bancario de junio de 2012. El descuento es del 79,5% para el suelo, por lo difícil que resulta colocar en el mercado, y del 32,4% para la vivienda terminada.

Por ejemplo, si un banco cualquiera cuenta en su activo con un terreno valorado contablemente en 2.000.000 euros (valor muy alejado del real y posiblemente inflado para que la pérdida sea mínima), lo puede vender al “banco malo” por cerca de 400.000 euros, y 1.600.000 euros quedarán como una pérdida. Tras esta operación la Sareb tratará de venderlo a un precio superior al pagado para obtener beneficios.

El Bando de España preveía en un principio que esta controvertida entidad recibiese activos por un importe de entre 45.000 y 90.000 millones de euros, y que obtuviese una rentabilidad del 15% tras venderlos en los 15 años siguientes, unas previsiones excesivamente optimistas. También se llegó a hablar de la creación de un banco malo para deudas empresariales, pero que finalmente no se hizo.

Hasta la fecha, la Sareb no está cumpliendo sus pronósticos, ya que no logra deshacerse de los 200.000 activos que acumula valorados en 50.781 millones de euros. Es evidente que se precipitó comprando inmuebles a precios demasiado altos con unos descuentos muy bajos.

En los últimos años, los distintos gobiernos han adoptado diversas medidas que han fracasado, algunas de ellas basadas en aumentar el gasto público y obra civil que sólo consiguieron incrementar el “boom” inmobiliario que comenzó cuando se aprobó la Ley del Suelo de 1998 con la intención de bajar los precios del suelo, una ley que aumentó el terreno urbanizable y con ello la especulación en el sector de la construcción. Ahora el Gobierno, a través de la Sareb, sólo consigue aparca los problemas con la esperanza de que los precios vuelvan a subir y, sobre todo, hacer que las pérdidas procedentes del sector financiero las asuma el Estado, o lo que es lo mismo, los ciudadanos, en vez de los verdaderos culpables de la crisis económica por la que atraviesa el país.

Fuente: A360º