‘Scott Pilgrim Vs The World’ – Una adaptación casi perfecta

Hace unos meses, uno de los máximos responsables dela Universal aseguró que había muchas películas que se estrellaban en taquilla, y que realmente lo merecían, y no le molestaba decirlo. Sin embargo, según él había una película que se merecía algo más de lo que consiguió, y esa fue la adaptación de ‘Scott Pilgrim Vs The World’.

Las desventuras de un chico en su intento de conquistar a la exótica Ramona Flowers lidiando con una liga de malvados ex – novios es posiblemente una de las mejores adaptaciones de un cómic a la gran pantalla, aunque no se la reverencie tanto como a ‘El Caballero Oscuro’ u otras similares. Y es que conseguir que seis volúmenes de cómic encajen tan bien en dos horas de metraje es una buena forma de empezar.

Si la adaptación de ‘Los Juegos del Hambre’ es una oportunidad fallida que mutila el no tan emocionante libro original para quedarse con las líneas generales de la historia, esto es todo lo contrario. Aquí hay dedicación al material original, y poner a Edgar Wright como director, (el tipo que nos trajo Shaun of The Dead y Hot Fuzz) es todo un acierto. Wright, como sus compañeros Simon Pegg y Nick Frost, es un amante de las referencias y de los guiños, por lo que coger a alguien que iba a ser capaz de quedarse con los “adornos” de la historia sin permitir que éstas formasen una pasta empalagosa logró hacer una película potente, visualmente atractiva y plagada de pequeños detalles.

Muchas veces hemos escuchado que lo que funciona en viñetas no siempre tiene por qué hacerlo en la pantalla. Para la posteridad  quedan los chascarrillos sobre la lycra amarilla de Lobezno, la olvidada The Spirit o incluso Los Batman de Schumacher  Y los cómics de Scott Pilgrim tienen un montón de guiños a los videojuegos que a lo mejor no podían quedar bien, pero lo consiguen. Desde ese logo dela Universal con una melodía en 8 bits, a los estupendos efectos especiales, las peleas coreografiadas y luminosas, la expresividad de los actores y sus actuaciones como sacadas de las viñetas (por lo exageradas y rápidas de algunas de ellas).

El papel de Ramona cae en las manos de la guapísima Mary Elizabeth Winstead, a la que le sienta genial tanto los estrafalarios peinados como la ropa de su personaje. Ramona tiene un turbulento pasado, que es la Ligade los Malvados Ex, a la que Pilgrim tendrá que hacer frente si quiere conseguir a la chica de sus sueños. Y éstos también tienen buenos actores, aunque salgan poco en la pantalla. Brandon Routh (El Superman de Singer) o Chris Evans son algunos de ellos. Michael Cera cumple, a pesar de que siempre es algo soso, y el personaje de Wallace, a quien pone cuerpo Kieran Culkin (familiar de la estrella hundida de Solo en Casa), también es buenísimo.

Al margen de eso, los efectos especiales son bastante buenos y cumplen con el cometido de transformar la historia de amor de un chico al que catalogaríamos de “pringao” en una batalla psicodélica llena de guiños a los videojuegos y un montaje espectacular. Una delicia que sin embargo no se la recomiendo a todo el mundo, ya que a puede que a mucha gente le resulte excesiva. De todas formas, Scott Pilgrim se soporta porque no todas las películas son así, y de vez en cuando viene bien un soplo de aire fresco.

Estoy enamorado de Aubrey Plaza…

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