Sé la actriz principal de tu película

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Yo nunca quise sobresalir,  siempre fui de las que se sentaba en la última fila, de las que temía levantar la mano para participar en un debate, las que se  mezclaban dentro de su grupo de pertenencia (amigos o compañeros) para pasar desapercibida y por último cuando recibía un alago o lograba algo esperado  intentaba  minimizarlo por medio de una broma o restándole importancia.  Parecía que era una persona modesta, pero en realidad no lo era, era  inseguridad.

Cuando actuamos así  por mera vagancia o por comodidad está genial, si se trata de una situación en la que no tiene mayor propósito participar  activamente y tenemos  personas que puedan responder por nosotros, y esto no nos crea ningún conflicto, sino que al contrario, nos facilita el camino, entonces  este recurso de ser "la segunda" viene como anillo al dedo. Quedamos todos contentos: unos porque no quieren protagonizar y los demás porque sí quieren. 

El problema viene cuando sientes que te estás perdiendo algo. 

En la vida no hay reglas, y siempre insisto en que nos manejemos por autorreferencia. Una misma sabe cuando es el momento de actuar y cuando no, y si sientes que estás viviendo tu vida como una actriz de reparto, entonces es aquí cuando te tienes que poner manos a a obra para ser la actriz principal de la película de tu propia vida.

¿Por qué  no nos atrevemos a brillar?, aquí tenemos algunas posibilidades: 

Temor a  que los demás se sientan inferiores 

Miedo  a que por lograr  algo que otros no tienen, dejes de pertenecer a tu grupo de apoyo
No sentirte merecedora de tus logros/dones
Miedo al ridículo
Sentir un vacío cuando logras lo que quieres, incertidumbre de no saber qué  viene después

Pero por sobre todas las cosas:  

Temor a que los demás dejen de quererte si se sienten amenazados por tu éxito. 

llegados a este punto el problema lo tienes tu, no los demás. El primer contrincante con quien te estás enfrentando es contigo mismo.

Claro que mi mensaje es que que no hagas caso, que tomes as riendas de tu vida y no pienses en el qué dirán, pero si esto te resulta un poco forzado, entonces te invito a reflexionar estas dos posibilidades: 

• Que esta teoría sea cierta y efectivamente los demás te retiren su amor debido a tus logros, entonces cabría reflexionar si vale la pena seguir manteniendo el amor de personas que no se alegrarían de tu éxito

•  Que esto no ocurra, y que por el contrario quienes te rodean se alegren, te apoyen y les sirvas de ejemplo a seguir.

Marianne Williamson dice:  

"Nuestro miedo más profundo no es que seamos inadecuados.
Nuestro miedo más profundo es que somos poderosos sin medida.
Es nuestra luz, no nuestra oscuridad lo que más nos asusta.
Nos preguntamos, ¿quién soy yo para ser brillante, magnífico, talentoso y fabuloso?
En realidad, ¿quién eres tú para no serlo?
Eres un hijo de Dios.
Su pequeño juego no sirve al mundo.
No hay nada iluminado en encogerse para que otras personas no se sientan inseguras a tu alrededor.
Nacimos para manifestar la gloria de Dios que está dentro de nosotros.
No es sólo en algunos de nosotros; que se encuentra en todo el mundo.
Y cuando permitimos que nuestra luz brille, inconscientemente damos permiso a otros para hacer lo mismo.
A medida que nos liberamos de nuestro propio miedo,
Nuestra presencia automáticamente libera a otros.
Después de estas reflexiones ya toca elegir, seguir siendo actores de reparto o comenzar la carrera de protagonistas. 
¡Gracias por tus comentarios, un abrazo!
Candela