¿Se puede trasladar un rosal del jardín? ¿Cuando y como?

A la primera pregunta, es si. Si se puede mover un rosal que ya está en nuestro jardín, pero como para casi todas las plantas, el momento de realizar esta tarea es lo más importante.

Podemos tener la tentación de mover nuestro rosal en pleno invierno, pues parece que en esta estación será más seguro, nada más lejos de la realidad.
Los rosales hibernan, al igual que muchos otros arbustos. Cuando están hibernando viven de los nutrientes que han almacenado en sus raíces, al final del invierno esos nutrientes están a punto de agotarse, pero en ese momento llega la primavera, y tienen los suficientes para salir de nuevo adelante.
En las zonas muy frías con inviernos con temperaturas bajo cero, el rosal sufre procesos de congelación-descongelación y los rosales a veces sufren tanto que mueren. Si además de estas tensiones, los trasladamos, no serán capaces de salir adelante.
Depende de las temperaturas que tengamos en nuestra zona, los rosales se pueden trasladar en dos momentos, justo antes del invierno o a finales del invierno, personalmente me gusta más a finales del invierno, cuando dan síntomas de que la primavera está llamando a su puerta.
Ya hemos dado respuesta a la primera pregunta, el ¿Cuándo?, ahora vamos a responder a la segunda el ¿Cómo?

Lo primero que tenemos que hacer es podar el rosal, para que nos cueste lo menos posible el manipularlo. Una vez recortadas las ramas, pero sin exagerar, tenemos que sacar el rosal de su emplazamiento.
Debemos de cavar alrededor del rosal, intentando romper la menor cantidad de raíces posible. Para facilitar el trabajo, podemos humedecer el terreno, y recomiendo usar pala de punta.

Una vez que hemos sacado el rosal de su emplazamiento antiguo, debemos hacer un hoyo bastante profundo. En el fondo pondremos sustrato adecuado a los rosales, y si tenemos estiércol bien maduro, también podemos aplicar un poco. Si además añadimos Agrosil, que es un estimulante del crecimiento de las raíces, mejor que mejor. Luego regamos abundantemente.


Tenemos de tener la precaución de que el injerto del rosal quede a ras de suelo, se suele cubrir en épocas de heladas.
Con estas instrucciones, puedes trasladar tranquilamente tu rosal, aunque desgraciadamente, nunca hay seguridad de que funcione, es más que probable de que salga adelante.