Un nuevo estudio de Estados Unidos vincula la obesidad en el embarazo con el autismo, y es que la obesidad podría ser un factor que incremente el riesgo de tener un hijo con autismo en las mujeres que están embarazadas. Así se ha publicado en Pediatrics.
El porcentaje es bastante significativo, y es que las mujeres embarazadas con obesidad tienen 67% más de posibilidades de tener hijos autistas que las mujeres con un peso normal, lo mismo sucede en mujeres con sobrepeso. Las mujeres de promedio tienen una entre 88 posibilidades de tener un niño con autismo.
En un estudio realizado por estos investigadores con 1000 niños en California de entre 2 y 5 años, casi 700 menores tenían autismo u otros problemas de desarrollo y los demás no tenían esos problemas. Se ha demostrado que las posibilidades de tener hijos con autismo en mujeres obesas son mayores, algo muy significativo, sobre todo si se tiene en cuenta que otros estudios vinculan la obesidad en el embarazo con nacimientos de niños prematuros, defectos de nacimientos y niños muertos al nacer.
Es más preocupante porque en Estados Unidos, más de un tercio de las mujeres en edad de tener un hijo tienen obesidad, esto supone que los hijos de estas mujeres son más propensos a tener problemas y además a padecer autismo. Y es que el autismo se ha relacionado con la genética, por lo que también se está estudiando si además se relacionan con ello los medicamentos en el embarazo y enfermedades de las madres.
Queda patente que no sólo es necesario tener una buena alimentación y ejercicio en el embarazo, sino que es conveniente llegar al embarazo con un peso dentro de lo normal, no llegando a la obesidad e intentando tampoco el sobrepeso, especialmente por las complicaciones que se podrían presentar. No es determinante, pero sí a tener en cuenta.
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