Revista Diario

Segunda prueba en el hospital,...., ¡¡superada!!

Por Belen
Como ya os contaba hace unos días, el Peque estuvo ingresado unos días en el hospital. Tras el alta quedaba pendiente hacer una prueba para la que era preciso utilizar anestesia. Os contaré a no mucho tardar en qué consiste la "dolencia" de mi hijo, ya que no se trata de una enfermedad en sí misma. De hecho tengo en mente hacer un apéndice en el blog acerca de ello, pero de todo esto ya os hablaré más adelante. 
Ya en este último ingreso me ha dado una gran lección. Confieso que yo tenía un miedo atroz a pasar de nuevo por el hospital. La última vez que habíamos estado mi niño tan solo tenía 15 meses y fue una experiencia muy traumática para todos, y hasta cruel para él. Nos costó mucho a todos recuperarnos de ese último mes de ingreso, pruebas, operaciones.... Pero lo conseguimos, ya dice el dicho que "lo que no te mata te hace más fuerte", y vaya si nos hizo fuertes. 
Cuando decidimos acudir a urgencias papá sin complejos y yo sabíamos que nos íbamos a quedar unos días. Nuestra calma fue increíble y en consecuencia la calma de nuestro hijo también. Como os digo, esos días él nos dió una lección de  madurez, templanza, calma y  valentía. Porque se comportó de una manera ejemplar, ante los pinchazos para la vía y la medicación, ante un TAC craneal que se le pudo hacer sin anestesia alguna, hablando con los médicos él mismo como si fuera un niño mayor, y asumiendo que el hospital es un sitio estupendo donde te curan. 
Todo eso nos ha hecho recordar que nuestro hijo visitará de cuando en cuando el hospital, y que no pasa nada. Él ha tomado plena conciencia de lo que tiene, de la necesidad de médicos, cuidados e ingresos puntuales. Y se lo ha tomado a las mil maravillas, esa es la verdad. 
Hoy tenía programada una resonancia magnética craneal, con anestesia total. Una anestesia inhalada, leve, pero anestesia al fin y al cabo. ¿Si estaba nerviosa?, pues sorprendentemente estaba bastante tranquila. Me inquietaba más el hecho de tenerle 8 horas sin comer ni beber (la prueba era las 17:15 de la tarde) que otra cosa. 
Segunda prueba en el hospital,...., ¡¡superada!!
Ayer le expliqué todo tranquilamente, el por qué no íbamos a comer ni beber, qué era la prueba (una foto de la cabeza para la que debe quedarse muy quieto, porque sino la foto sale movida) y lo más importante qué íbamos a hacer después..... ¡¡comer una burguer cangre burguer!!! así es como él llama a las hamburguesas :) sí, sí, es comida basura, que le vamos a hacer ......
Hemos superado sin excesivos problemas el no comer-beber y nos hemos ido al hospital. Hemos entrado y nos hemos encontrado con un médico maravilloso, comprensivo, flexible, encantador. Ha hablado con el niño y conmigo, al verle tan sereno, tan maduro y tan tranquilo me ha propuesto hacer la prueba SIN anestesia... No me lo podía creer. Esto no era como el TAC, cuya duración era de tres minutos. Aquí hablábamos de veinte largos minutos..... yo lo he dejado en sus manos. Me han permitido quedarme a su lado (previa puesta de unos tapones para soportar el horrible ruido) y muy tranquilos hemos ido comprobando de lo que era capaz mi pequeño. Y sí, por muy raro y sorprendente que pueda parecer, ¡¡lo ha conseguido!!, ha superado una resonancia magnética de veinte minutos SIN anestesia. Quieto como una estatua, haciendo caso a médicos y enfermeras, contestando a sus preguntas, ¡¡¡taaaaan mayor!!!. Creo que os he dicho muchas veces lo orgullosa que estoy de mi hijo, pero hoy,...., hoy me he dado cuenta que la seguridad que tiene en sí mismo es enorme. 
¡Quién me lo iba a decir!, a mi y a muchos, de ese niño de 2 años que lloraba si me alejaba de él un metro, de ese pequeño dependiente al máximo que notaba cuando me alejaba de él incluso en sueños. Él se disponía a irse con el médico y la enfermera de la mano cuando el radiólogo ha querido probar si las cosas podían hacerse de modo más sencillo. 
La maternidad da lecciones maravillosas, y hoy es un gran día. 
Ahora queda la parte más delicada, ver al médico la próxima semana, veremos qué nos dice. 

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