Revista En Femenino

Segundo embarazo, así lo vive una futura bimadre

Por Mamás_besos @mama_besos

panxa_nen

¿Ningún embarazo es igual o todos los embarazos son iguales?

Para contestaros a esta pregunta, ahora que ya estoy llegando a la recta final de mi segundo embarazo, os contaré qué cosas he visto como ventajosas y qué cosas he encontrado como menos ventajosas por el simple hecho de ser el segundo.

Sabes de qué males sufrirás. Si en tu primer embarazo nada más enterarte del positivo empezaste con vómitos severos y en tu segundo embarazo empiezas igual, no lo dudes…el ciclo de los vómitos durará y te enervará durante el mismo tiempo y de la misma manera. Si en tu primer embarazo sufriste ciática en el tercer trimestre, tienes muchos números que nuevamente la padezcas. Aunque el doctor te diga que no tiene por qué repetirse los mismos males en cada embarazo, la experiencia dice que tienes muchos números. La ventaja es que ya conoces si existe prevención o remedios para esos males y en muchas ocasiones podrás adelantarte a ellos para mejorar tu calidad de vida durante los nueve meses. Y sino, ya sabes, paciencia, todos estos males tienen data de caducidad: el parto.

La barriga te crece antes y sientes antes al feto. Por eso ¡no tardes en aplicarte las cremas antiestrias!

Sabes de qué va el parto. Que no te cuenten nuevamente cuentos chinos. Ya sabes lo que hay. Las contracciones, duelen, y mucho. El parto puede ser corto o larguísimo. Fácil o sencillo. Vaginal o cesárea. Como lo soñaste o todo lo contrario. Lo bueno de ahora es que ya sabes lo que puede haber y no te viene tan de sorpresa, aunque es verdad que a algunas mujeres la ignorancia les da más tranquilidad.

Sabes qué necesitará tu futuro bebé. Ya no entrarás en una tienda de puericultura y te sentirás como si entraras en una nave de la Nasa. Ya sabes lo que hay y sabes qué os puede ser verdaderamente útil y qué cosas no son más que trastos que ocuparán lugar en la casa.

La reutilización. Podrás aprovechar muchas cosas de tu primer hijo. La ropa, dependerá del tamaño y data de nacimiento de este segundo hijo. Los cachivaches, todos. ¡Así que genial! ahorro económico, que a todos nos viene muy, pero que muy bien.

La tranquilidad. ¡Hasta demasiada! Si en tu primer embarazo estando sólo de cinco meses ya estabas de los nervios por empezar a preparar el nido del retoño, te aseguro que en el segundo hijo te lo tomas todo muy, pero que muy tranquilamente (incluso demasiado en mi caso). Vamos, que llegarás al octavo mes y todavía no habrás bajado ni la cuna de la buhardilla. Los demás te preguntarán: “¿todavía no has preparado nada? ¿Y si se te adelanta el parto?“, a lo que tú responderás: “¡Vah! con un par de bodies, tres pijamitas y los pañales enseguida una se apaña“.

El disfrute del nuevo bebé. Todavía no lo tengo en brazos, pero tengo la sensación que este segundo hijo lo viviré de una manera totalmente diferente, con esa tranquilidad de la que os hablaba antes. La experiencia del primero visto con la perspectiva del tiempo te hace ver qué tonta eras preocupándote a veces tanto por cosas ridículas. Además, el tener también que cuidar del hermano mayor no me quedará tanto tiempo para contemplar al pequeño. Moraleja: todo me lo tomaré de una forma más tranquila y disfrutaré mucho más.

La lactancia materna. Por supuesto que quiero volver a intentar que mi futuro retoño pueda tomar mi leche, pero si como con el mayor, la cosa, por un motivo u otro, se gira en contra, no pienso tomármelo ni mucho menos lo mal que me lo tomé la otra vez. Vamos, que el tema de la lactancia no impedirá esta vez que disfrute a tope de las primeras semanas del bebé.

De los contras del segundo embarazo, lo que más destacaría es que no puedes dedicarte todo el tiempo que te dedicabas en el primero. Tienes al mayor que te ocupa la mayor parte del tiempo, no dejándote ni un respiro entre vómito y vómito, ni para hacer esos ejercicios que te recomienda la doctora y la fisio, ni tan sólo te planteas ir a las clases pre-parto. Eso sí, ¡el tiempo te pasa volando!

Así que ya podéis ver, la respuesta a la pregunta que os planteaba al principio, en mi caso sería NO. En resumen las futuras bimadres estamos más y mejor preparadas en el segundo embarazo, aunque claro está, siempre pueden salir imprevistos.


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