Revista Cultura y Ocio

Segundo Premio: Premio Dardos

Publicado el 03 julio 2014 por Anabel Anabel Decoud
Segundo Premio: Premio DardosBlogs que etiquetamos:1.La Puerta de Isthar2.Blog Patry3.Ciudad de los Libros4.Promesas de Amor5.Biblioteca de Flashia6.Little Red Reading Hood7.A Solas con un Libro8.Iameveling9.Reseñas y algo más10.The Book Slayer11.Sueños de Papel12.Solo déjate llevar13.La gata en el desván14.Adri Loves Books15.Érase un LibroSegundo Premio: Premio DardosBueno, nos vamos a seguir estudiando, si hacen la entrada con el premio avisen en los comentarios así nos pasamos, Byeeeeee~

Como sabréis, ya que lo he comentado en alguna ocasión, suelo escuchar el programa de divulgación científica Partiendo de Cero, de Onda Cero (a través de su podcast, ya que la emisión es a horas un tanto intempestivas). Durante un par de programas estuvieron hablando de la figura de Santiago Ramón y Cajal, premio Nobel de Medicina y descubridor de la naturaleza de las neuronas: Antes de él, se pensaba que el tejido nervioso era un único elemento, una especia de red continua que se extendía por el cuerpo. Ramón y Cajal afirmó sin embargo que dicho tejido estaba formado por células independientes, y que dentro de cada una, la información viajaba siempre en la misma dirección (concretamente, desde las dentritas a los axones).

En repetidas ocasiones, se hizo referencia a su descubrimiento como dogma. Así, se dijo que Ramón y Cajal estableció un nuevo dogma, que sigue vigente hoy en día. Tal vez alguno considere que soy demasiado purista, y que doy demasiada importancia a la semántica, pero usar el término «dogma» es un error. La ciencia no tiene dogmas, tiene paradigmas.

¿Qué es un dogma? Bueno, veamos qué dice el DRAE al respecto:

1. m. Proposición que se asienta por firme y cierta y como principio innegable de una ciencia.

2. m. Doctrina de Dios revelada por Jesucristo a los hombres y testificada por la Iglesia.

3. m. Fundamento o puntos capitales de todo sistema, ciencia, doctrina o religión.

La primera definición es sí misma una contradicción, a menos que le demos otro significado a la palabra «ciencia». La ciencia no tiene principios innegables. Ni siquiera los principios de la termodinámica lo son (aunque hasta el momento, ningún experimento ha podido contradecirlos). Por supuesto, si una teoría no ha podido ser refutada de forma experimental, explica los fenómenos que observamos, realiza predicciones exactas, y es coherente con el resto de teorías, parece lógico asumir que es cierta, y actuar como si lo fuera. Y si alguien afirma que no lo és, habría que pedirle una evidencia de ello.

La segunda definición alude directamente a los dogmas de fe del Cristianismo, por lo que es obvio que no aplica.

La tercera definición es la más laxa, y podría ser aplicable, si consideramos que un fundamento o un punto capital no es algo innegable e irrefutable. Sin embargo, creo que la mayoría de la gente no usa esta acepción. Cuando hablamos de dogmas, nos refermos a verdades incontestables. Y en ciencia no hay de eso.

Aunque al descubrimiento de Ramó

ón es a horas un tanto intempestivas). Durante un par de programas estuvieron hablando de la figura de Santiago Ramón y Cajal, premio Nobel de Medicina y descubridor de la naturaleza de las neuronas: Antes de él, se pensaba que el tejido nervioso era un único elemento, una especia de red continua que se extendía por el cuerpo. Ramón y Cajal afirmó sin embargo que dicho tejido estaba formado por células independientes, y que dentro de cada una, la información viajaba siempre en la misma dirección (concretamente, desde las dentritas a los axones).

En repetidas ocasiones, se hizo referencia a su descubrimiento como dogma. Así, se dijo que Ramón y Cajal estableció un nuevo dogma, que sigue vigente hoy en día. Tal vez alguno considere que soy demasiado purista, y que doy demasiada importancia a la semántica, pero usar el término «dogma» es un error. La ciencia no tiene dogmas, tiene paradigmas.

¿Qué es un dogma? Bueno, veamos qué dice el DRAE al respecto:

1. m. Proposición que se asienta por firme y cierta y como principio innegable de una ciencia.

2. m. Doctrina de Dios revelada por Jesucristo a los hombres y testificada por la Iglesia.

3. m. Fundamento o puntos capitales de todo sistema, ciencia, doctrina o religión.

La primera definición es sí misma una contradicción, a menos que le demos otro significado a la palabra «ciencia». La ciencia no tiene principios innegables. Ni siquiera los principios de la termodinámica lo son (aunque hasta el momento, ningún experimento ha podido contradecirlos). Por supuesto, si una teoría no ha podido ser refutada de forma experimental, explica los fenómenos que observamos, realiza predicciones exactas, y es coherente con el resto de teorías, parece lógico asumir que es cierta, y actuar como si lo fuera. Y si alguien afirma que no lo és, habría que pedirle una evidencia de ello.

La segunda definición alude directamente a los dogmas de fe del Cristianismo, por lo que es obvio que no aplica.

La tercera definición es la más laxa, y podría ser aplicable, si consideramos que un fundamento o un punto capital no es algo innegable e irrefutable. Sin embargo, creo que la mayoría de la gente no usa esta acepción. Cuando hablamos de dogmas, nos refermos a verdades incontestables. Y en ciencia no hay de eso.

Aunque al descubrimiento de Ramón y Cajal se conoce como «doctrina de la neurona», la palabra que necesitamos es «paradigma


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