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Semana Santa romántica en Europa del Este

Por Bverdasco
Semana Santa romántica en Europa del Este

Budapest

¿Creíais que Europa del Este es gris, fría y aburrida? ¡Pues estáis muy equivocados! Hoy os recomendamos varias capitales de Europa del Este son destinos bellísimos y llenos de historia por descubrir. Cheqqer ha realizado una selección de capitales ideales para una escapada de Semana Santa (por si aún no sabéis a dónde ir).

Riga, capital de Letonia y considerada por muchos la capital de los países bálticos, es una ciudad romántica que parece sacada de un cuento de hadas. El río Dvina atraviesa el centro de la ciudad, dividiéndola en dos zonas llenas de bellos edificios de estilo Art Nouveau. El casco antiguo de Riga, declarado patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, ha conservado un ambiente medieval que nos invita a recorrer sus calles adoquinadas y admirar los magníficos edificios de los ricos comerciantes hanseáticos, el Castillo de Riga, la catedral católica de San Jacobo y edificaciones civiles antiguas como la celebre casa de las Tres Hermanas.

Tallín, capital de Estonia, nos sorprende con las pintorescas torrecitas y coloristas edificios de su casco antiguo. Dentro de los límites del mismo se desarrolla una animada vida social durante el día y hasta altas horas de la noche, lo que no debería dejarnos sin energías para disfrutar de monumentos emblemáticos como la Catedral Luterana, el imponente castillo de Toompea o el palacio de Pedro el Grande, una obra maestra del barroco rodeada de magníficos bosques y jardines.

Semana Santa romántica en Europa del Este
Riga

Budapest, capital de Hungría, es para muchos la ciudad más bella de Europa del Este. Unión de las ciudades de Buda y Obuda en la orilla derecha del río Danubio y la ciudad de Pest en la orilla izquierda, esta romántica urbe nos conquista con sus majestuosos puentes y los edificios cuyo reflejo ilumina el río por la noche y revela ubicuos graffiti de día: una ciudad que combina a la perfección perfectamente su legado histórico con los símbolos modernos. Budapest por la noche es un hervidero de animación tanto para turistas como para lugareños. En verano, los parques se llenan de jóvenes que disfrutan de una botella de vino sobre el césped en preparación para una larga noche. Un destino que aúna romanticismo y marcha a raudales.

Bucarest, conocida en los años 30 como “el pequeño París”, no esconde las huellas de su historia. En 1977, un terremoto destruyó gran parte de los edificios históricos, y la capital rumana sufrió un importante deterioro estético durante la revolución comunista y subsecuente dictadura de Ceaucescu. Hoy en día los edificios que sobrevivieron estos contratiempos se erigen orgullosos en contraste con la gris uniformidad arquitectónica que dejó el comunismo. Bucarest puede presumir también de un gran ambiente estudiantil que llena de color la ciudad y de ser una de las ciudades más verdes y “paseables” de toda Europa, especialmente en primavera, cuando florecen los numerosos parques y árboles que adornan sus avenida, y en verano, cuando las calles se llenan de terrazas y podemos disfrutar de paseos en barco por los lagos y ríos que refrescan la ciudad. Un destino para volver a enamorarse.


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