Revista Cultura y Ocio

Semillas de Yihad

Por La Cloaca @nohaycloacas

Publicado por Ezequiel L

Hace poco hemos visto detenidos a un par de españoles, de ideología y pertenencia a un partido comunista, que han vuelto de luchar en Siria contra el Estado Islámico (Daesh). Mi primera reacción es la de “¿pueden detenerte por pertenencia a brigadas internacionales, por ser voluntario?” Resulta que sí, que es un delito, pues estás combatiendo sin la autorización del Estado, y la presencia de españoles podrían llevar a …”malentendidos”, llamémoslo así. Interferencia en los intereses nacionales, además de que estas brigadas son consideradas también practicamente terroristas por otros países.

espanoles-luchando-contra-el-estado-islamico-en-siria-456-body-image-1422531204

Esto me hace pensar, incluso desde un punto de vista antibélico, hasta donde ha llegado la relativización de un conflicto. Y cuando digo relativización quiero decir institucionalización, ya que al parecer el Estado tiene reservado el derecho de ir a la guerra, por la seguridad de los conciudadanos, ahí estamos de acuerdo. Pero evidencia el uso de la guerra como arma diplomática, o más bien herramienta, algo que parece evidente desde siempre, pero que la sola idea hace gritar al sentido común que pensaba que la guerra era el último recurso.

Otra cosa que sorprende, y la sorpresa lleva al miedo, en ese antiguo instinto de temer lo que no podemos predecir, es lo imparable que parece Daesh, al menos sobre el papel tintado, la carencia de fronteras y la sorpresa de algunas organizaciones gubernamentales de “su capacidad de organización y uso de las nuevas tecnologías”, como si alguien diera por hecho que son trogloditas.

Sin embargo, la tranquilidad y pasividad de muchos gobiernos, véase Estados Unidos, quien refuerza tropas en las fronteras de Rusia “por si acaso”, pero explícitamente se queda al margen cuando Daesh llega a las puertas de los campesinos de Turquía, o cuando Gaza es completamente arrasada, hace pensar que tal vez dicha organización no es otra cosa que una herramienta más, y que no son tan impredecibles como a la gente de la calle nos llega. Evidentemente algún Estado debe alimentar las bases del movimiento, no se conquista medio Oriente Próximo a base de chantajes tribales, como enseñan. Hay muchos hilos y muchos telones en el desierto.

La otra cara del conflicto es la aparición de células en muchas partes de Europa, sobre todo en las más pobres, que aglutinan jóvenes bajo el extremismo islámico, aún no siendo de ascendencia ni tradición mínimamente musulmanas.

Es el caso de algunos núcleos en Catalunya, donde se han detenido algunos españoles conversos e incluidos en la causa y el caso de lugares como El Príncipe, barrio paupérrimo en Ceuta y en España. Allí, al igual que en muchos otros suburbios y barrios pobres de ciudades como París, la semilla de la Yihad es el fracaso del Estado.

Vista de El Príncipe

Vista de El Príncipe

Cuando pensamos en el Estado Occidental como modelo, lo que nosotros entendemos por democracia y Estado de Derecho, olvidamos algunos de los daños colaterales que conllevan. El fracaso del Estado es la existencia del gueto, el caldo de cultivo donde jóvenes sin recursos, trabajo o estudios, son impregnados de gasolina un poco más cada día, hasta el día que una cerilla aparece. Por supuesto que es Islam no tiene nada que ver en todo esto, pero estos pirómanos de voluntades utilizan lugares tradicionales de reunión y sociedad como son las Mezquitas, para captar a jóvenes que harán la guerra por ellos, en aras del petrodólar, negro como la bandera de Daesh.

Lo mismo podemos decir de Ceuta, tradicionalmente musulmana y pacífica, abandonada a su suerte por la Institución, apareció la caries. No hay esperanza para estos jóvenes, sólo perseguir luces, sombras y zanahorias.

Es el fracaso de la inclusión y de la pluraridad, el triunfo de la frontera, de evitar el “efecto llamada” del “yo europeo y tú africano”, de los jarapos colgando del alambre de espino de las vallas.

El único temor que queda y este ya no es tan impredecible es el del racismo en Europa, la semilla de la xenofobia que mete a todos en el mismo saco y coloca distintivos en las mangas.

1414077451434


Semillas de Yihad

Volver a la Portada de Logo Paperblog