Revista Salud y Bienestar

Sentadillas y meditación, igual de inútiles

Por Robertosancheze

Igual de inútiles si no hay continuidad, si no hay algo más tras ellas.

No dejo de insistir. Es una cuestión evolutiva. Desde el dominio ecológico, desde el desarrollo exponencial de la conciencia, el hombre se convirtió en el primero en poder elegir. De hecho, tal como están las cosas, elegir ya casi se ha convertido en un deber, si es que se pretende ser feliz, sentirse bien –ya sabemos lo que pasa si te dejas llevar por la cultura de la insatisfacción. Y para ello, hay que “vivir a propósito”, escoger, practicar, entrenar… cuerpo y mente.

Para mí, la sentadilla y todas sus versiones –la de verdad, la evolutiva, no la de los 90 grados del fitness ni la del levantamiento de peso de la halterofilia y el crossfit– y la meditación son herramientas básicas de bienestar y felicidad.

Ahora bien, si se quedan en eso, en sentadillas y meditación, en la práctica de unos pocos minutos al día, ambas son exactamente igual de inútiles.

No me refiero a la continuidad como perseverancia, sino al hecho de servir, de ser utilitarias, de formar parte de un “algo más”, de mantener su “espíritu” a lo largo de toda la jornada, de toda la vida.

Como decía, la sentadilla es una base, un principio de movimiento físico, y como principio, algo que debe generar una continuidad. La sentadilla es el inicio de una nueva y al mismo tiempo ancestral forma de movimiento, cerca del suelo, donde la corrección y alineación postural de la Jaula desaparecen, donde empieza el juego natural de nuestra capacidad real de movimiento, donde se asientan los cimientos de movimientos mucho más complejos, como caminar, correr, gatear, saltar, trepar…

Como decía, la meditación es una base, un principio de movimiento mental, y como principio, algo que debe generar una continuidad. La meditación formal es el inicio de una nueva y al mismo tiempo ancestral forma de pensar, en el presente, pensar sin pensar, donde el ego y los juicios se quedan a un lado, donde empieza el juego natural del asombro y la incertidumbre diarios, donde se asientan los cimientos de la aceptación, la compasión, el amor, la interdependencia de todas las cosas…

Puedes hacer mil sentadillas cada día. Si se quedan sólo en eso, en sentadillas, son inútiles.

Puedes sentarte a meditar dos horas todos los días. Si se queda sólo en eso, en un rato sentado contigo mismo, es inútil.

Esto es sólo mi opinión, que cambia constantemente. No me creas. Crea la tuya.

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