La palabra humildad significa abajamiento o sumisión y se deriva del latín humilitas o, como dice Santo Tomás de Aquino, de humus: la tierra que pisamos.
Todos tenemos alguna idea de qué significa ser humilde. Sin embargo, hay personas que tienen ideas erróneas sobre lo que significa ser humilde.
Ser humilde NO es lo mismo que ser humillado (ni dejar que nos humillen
Ser humilde NO es hacer algo y dejar que otro se lleve el reconocimiento.
Nadie tiene que tener un concepto de sí más alto que el que debe tener, sino más bien pensar de sí mismo con moderación.
Ser humilde es también saber uno de donde ha venido, y que estés en una categoría superior no significa que uno deba olvidarse que una vez estuvo por debajo.
Cuando uno empieza en un sitio, conoce sus debilidades pero también sus virtudes. Y nadie es más que nadie. No importa en qué puesto estés. Lo primero es ser persona, y luego después todo lo demás.
Cuando uno llega a un sitio nuevo debe ser prudente y observador. Pero sin olvidar que primero eres tú,
Ser humilde no significa que tenga que ser ninguneado, y sufrir el desprecio, ya que lo que se hace no es reconocido nunca. En el ámbito del trabajo el ninguneo se ha debido a nominar mobbing o lo que es lo mismo violencia psicológica o moral y es incluso legislado para evitarlo
Por desgracia existe, e incluso amenazas por parte del ninguneador de tipo: “voy a tener que hacer fotos para demostrar que no estoy loca”. Y eso conlleva a que la persona que lo sufre se sienta afligida. Y sin poder demostrar esta situación “incomoda”. Provocando así inseguridades, desconfianza en el trabajo y consigo mismo y además de problemas graves como: ansiedad, somnolencia, estrés, depresión y miedo al trabajo, lo que a su vez provoca bajas laborales por enfermedad, o bajas voluntarias en el trabajo y abandono.
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