Ser indie

Para algunos, el término literatura indie puede resultar desconocida, poco fiable o, todo lo contrario, dos palabras que dan pie a un mundo lleno de autores.

Pero, ¿qué es la literatura indie?

La literatura indie se basa en escritores que no tienen una editorial detrás, por lo que también se les conoce como autoeditores o autopublicados.

Los primeros autores indies aparecieron en EE.UU gracias a la aparición de Amazon. En España este fenómeno comenzó en 2012, cuando muchos escritores decidieron dar el paso de publicar por su cuenta, sin tener la ayuda de una editorial.

En estos ocho años los autores independientes se han multiplicado. Han aprendido de los errores, han creado una comunidad en la que impera el compañerismo entre escritores, dando consejos a los más nuevos, corrigiendo errores que se detectan o publicitando obras de otros autores. Si existe rivalidad, es una rivalidad sana.

¿Qué es un escritor independiente?

• Autoeditados: son escritores que controlan todo el proceso, desde escribir la obra, la maquetación, la portada y la publicación hasta la promoción en las redes sociales.
  Su mayor dificultad es el ego que les hace creer que saben hacer de todo. Eso es complicado e incluso engreído.
  La mayoría deben invertir dinero en corregir la obra o en pagar la maquetación o el diseño de la portada.
• Autopublicados: son autores que han escrito la obra, pero que no se atreven con todo el proceso de la edición y tampoco consiguen un contrato con una editorial tradicional.
• Editoriales de autoedición: Existen varias editoriales que se anuncian como editoriales tradicionales, pero tras las que se ocultan editoriales de autoedición. En estas editoriales el autor concentra el pago, en vez de buscar él profesionales de cada ámbito. Eso no es malo, siempre que el autor sepa que significa y lea bien la letra pequeña del contrato, especialmente los puntos referidos a la corrección del texto, tanto de ortografía como de estilo, así como las ventas mínimas y la promoción de las obras. Muchas no incluyen la corrección, se debe vender un mínimo de obras antes de obtener ganancias y la promoción de los libros queda en mano del autor, exclusivamente.

Por suerte, van naciendo nuevas editoriales que tienen en cuenta estos aspectos, editoriales creadas por escritores, principalmente, que son los que mejor saben como tratar a los autores.

Co-editados: este último caso se trata de editoriales que publican la obra, ellos corren con la mitad de los gastos y el autor con la otra mitad. Parece bonito, pero ¿dónde está la trampa? Que la mayoría de estas editoriales tienen tres campos de actuación: editorial tradicional, coedición y autoedición. Se anuncian como editorial tradicional, el iluso escritor contactan con ellos y la respuesta nunca será que aceptan publicar la obra como editorial tradicional, pero si como co-edición o autoedición. Para todo lo demás, actúan como una editorial de autoedición.

¿Es mala cualquiera de las tres opciones?

No, todas son válidas, si el autor va con los ojos abiertos y no se deja engañar. Lo principal es pedir consejo. Muchos escritores han pasado por lo mismo antes, varios han sido estafados y nada más fácil que conseguir informes de una editorial antes de firmar un contrato. En un mundo tan globalizado como el actual la información está al alcance de un toque de ratón.

Pero, eso son cuatro locos, ¿no?

Miles de autores de autoeditan. Una pista de esa cantidad son las altas de auto-editor en el ISBN. No están todos, ya que muchos autores publican con el ISBN de Amazon, en este número se incluyen asociaciones o ayuntamientos que se dan de alta como autor-editor, pero si da una idea del volumen del que hablamos.

Entonces, si la competencia es tan alta, ¿por qué voy a intentarlo?

Porque, sinceramente, a los autoeditores les va el riesgo, la emoción. Cuesta vender cada ejemplar, pero la satisfacción que siente el escritor le dice que ha merecido la pena.

Muchos, el 99% no conseguirán recuperar el dinero invertido, pero eso no los hace decaer. Siempre han sabido que no sería fácil, y si alguno tenía un velo en los ojos que le hacía creer que era especial, pronto descubre la verdad. Y es que un grano en una playa infinita, pero que forma parte del mundo de letras.

Soy lector y no me fio de las obras autopublicadas.

Abre la mente. Ni todos los autores autoeditadores son malos, y ni todas las obras editadas por editoriales son obras maestras. En verdad, muchas novelas autoeditadas tienen un gran potencial, pero las editoriales tradicionales no se arriesgan. No es una crítica, es entendible que prefieran jugar sobre seguro, sobre lo que conocen y que saben que les gusta a su público.

Por eso, como lector debes leer de todo. Ningún amante de la literatura debe ser mediocre ni snob.