Revista Cultura y Ocio

Ser un poco Sherlock es a veces un don, a veces una condena

Publicado el 30 mayo 2013 por Evagp1972

Ser un poco Sherlock es a veces un don, a veces una condena

Romperlo todo. Despacio (fotografía de Alicia G. Núñez)

A Judit Ortiz, mi querido Sherlock 
A los Amigos de Alex B., que sabrán descifrar las pistas
Es lo que tiene ser detective, ¿sabes? Investigar deviene instinto y todo alrededor se vuelve pista, material interpretable: lo que ves, lo que oyes y hasta lo que intuyes en aquello que estaba y ya no está. Desgranas rumores. Preguntas a tus contactos. Sigues rastros vagos, quizás nada, mientras te matas un poco más con otro cigarrillo. 
Tarde o temprano llega la revelación. Exégesis. Y sin embargo, esperas. 
Despacio. No tienes prisa. 
Para qué romperlo todo ahora, cuando puedes contemplar la escena desde una distancia y esperar displicente a que todo caiga por su propio peso. Hay quien aplasta todas las arañas excepto una, para que perviva la estirpe. En este oficio, no. Aquí no hay margen de error posible porque te juegas mucho más que el prestigio profesional: te juegas la vida, a veces hasta el corazón, que viene a ser algo parecido. Así que ve despacio. Déjalas, que corran. Lo tienes todo atado, lo sabes todo ya. Cuando llegue el momento, no dejes supervivientes. 

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