Sergi Guardiola: ¿Por qué nadie les explico cómo funciona Twiter?

“Nuestras buenas y nuestras malas acciones nos siguen casi como una sombra”, eso es lo que ha tenido que haber aprendido Sergi Guardiola esta semana. Ha pasado de ser un fichaje estrella del Barcelona a estar buscando equipo por un mal uso de las redes sociales, por un tuit equivocado.

Twitter  es una potente red social que le puede ayudar a crear una marca, a interactuar con sus clientes, a potenciar su marca personal… (a nivel profesional, esto último resulta especialmente importante y se valora cada vez más). Hay que tener en cuenta que Twitter no deja de ser un escaparate público del titular de la cuenta que se puede utilizar para lo que uno quiera. Es simplemente una cuestión de cómo se quiere presentar uno en su perfil de Twitter, los contenidos de sus tweets y con qué cuentas se quiere relacionar.A partir de ahí se puede utilizar su cuenta perfectamente con contenidos muy centrados en su perfil profesional (y además es una práctica común y bien vista) que va a crear su cuenta en una especie de CV dinámico, un escaparate en el que demuestra continuamente su valía profesional a la vez que aporta valor al resto de la comunidad, cosa que le creará una importante reputación online.En un principio fácil, pero que se lo digan a Sergi Guardiola que firmó el contrato de su vida con el Barcelona y tan solo duró una tarde, apenas ocho horas. Resulta que el delantero de 24 años, prodigó insultos a Cataluña y ninguneó al Barça en un clásico celebrado en octubre de 2013, todo a través de su cuenta de Twitter. La entidad azulgrana, al conocer la noticia, que desconocía a la hora de incorporarlo, reunió a sus abogados por la noche para poder despedir al futbolista. “El FC Barcelona comunica que ha decidido rescindir el contrato que había firmado esta tarde con el jugador Sergi Guardiola, después de comprobar que había publicado tuits ofensivos contra el barcelonismo y Cataluña”.

Seamos realistas, cometer errores es la única manera de aprender… aunque algunas veces esos errores tienen un precio muy alto.