Revista Cocina

Setas a la plancha con pasas y piñones

Por Carmenrosa @MicocinaCR

SETAS A LA PLANCHA CON PASAS Y PIÑONESA pesar de la insistencia de mi marido, me resistía año tras año a comprar el balancín, hasta que por fin accedí y el “ea, ea” llegó a mi porche hace tres años, para deleite de la familia.  
Sentada en él, meciéndome suavemente, disfrutando del frescor de la mañana miro al frente, se mece pesadamente, como si estuviese cansada por el paso de los años, enferma desde hace poco, nada más hay que mirarla para observar que su verde follaje, está convirtiéndose en ramas secas y marrones.
Cierro mis ojos, aspiro hondo el olor a mis jazmines y a tierra mojada mientras me balanceo tranquilamente; escucho el silencio de la mañana roto por el zumbar de las abejas que revolotean por las malagueñas flores, al mismo tiempo que el gorjeo de los gorriones y el trisar de las golondrinas mientras revolotean a mi alrededor.
De vez en cuando suena el arrullo de las tórtolas posadas sobre las chimeneas de las casas, ladridos de algún perro a lo lejos rompen el encanto del momento, abro los ojos y miro al cielo, y los veo: dos enormes aves rapaces volando alrededor de la gran araucaria, daban vueltas ambas “chillando” con frecuencia, hasta que por fin se posaron en sus ramas.
Se mimetizaron de tal forma que me resultaba difícil verlos a los lejos, rápidamente fui a por mis binoculares, con ellos podía observarlos  y ante mi sorpresa eran tres, dos adultos y su cria, casi tan grande como sus progenitores quienes lo estaban alimentando en ése momento.
Iban, venían, volaban alrededor desplegando toda la belleza de sus plumajes, marrones con pinceladas blancas, realmente majestuosas.  
Allí les dejé, posados los tres en las ramas secas de aquella araucaria  de gran porte, que cuando la vi por primera vez me impresionó y al mismo tiempo me cautivó; aunque en los días del frio invierno, cuando arrecia una tormenta y el fuerte viento la mueve a su antojo, de un lado para otro, sin control siempre pienso que si la alcanza un rayo, si se parte puede llegar a caer encima de mi tejado.
En Málaga abundan las araucarias, altas, muy altas y con muchos años, son verdaderos monumentos verdes de nuestra tierra, aunque su origen es la isla de Norfolk, situada al norte de Nueva Zelanda, es decir, casi en nuestras antípodas.  
Hace unos años había unas cuantas magníficas a lo largo de la Avenida de Juan Sebastián Elcano, otra Araucaria cerca del centro comercial Larios, muchas por donde yo vivo, pero siempre superadas en altura por una de las ocho o nueve gigantescas del Jardín Botánico-Histórico La Concepción, que mide unos 46 metros de altura, es el árbol más alto de nuestra provincia y de gran parte de Andalucía. (Esos metros equivalen a los de un edificio de unos 15 ó 16 pisos).
La Araucaria llega hasta nuestros días desde el Triásico, hace unos 200 millones de años.
En el maravilloso jardín botánico de La Concepción hay numerosos ejemplares notables que viven aquí desde 1860, pero el que hay en el centro del Jardín Histórico presume de ser el árbol más alto de la provincia de Málaga, con casi 50 m de altura .
El nombre de Araucaria se debe a que la primera especie de este género que se identificó fue la A. araucana, que crece donde viven los indios araucanos, en Chile, árbol sagrado para los pobladores de esas tierras.

Sagrados deberían de ser nuestros grandes árboles, como la Araucaria que miro embelesada cada día…..SETAS A LA PLANCHA CON PASAS Y PIÑONES
Al igual que adoro la mar, la tierra, la naturaleza en sí me apasiona, disfruto con ella y sufro por ella.   Sufro cuando veo cómo se va secando “mi” araucaria y disfruto viendo que sus secas y altas ramas aún sirven como refugio de las aves, espero que por muchos años.
Este plato lo preparé ése día, el día de las aves rapaces, una receta que por sus ingredientes me recuerda al campo, a la montaña….todo no va a ser la mar.
SETAS A LA PLANCHA CON PASAS Y PIÑONES
¿Cómo la hice?
Ingredientes: 
Setas cortadas en trozos pequeños, uvas pasas malagueñas, piñones (por favor, de origen de China nooooo), dos o tres dientes y una ramita de perejil picaditos, sal y aceite de oliva virgen extra (si pueden probar los aceites malagueños se sorprenderán).
Los pasos que seguí:
En una sartén echar un generoso chorreón de aceite y a fuego lento pochar los ajos y las setas al mismo tiempo, dejándolos hacer unos minutos (cuidando de que no se quemen, amargarían), removiendo de vez en cuando.  Salar al gusto.
A media cocción añadir las pasas y los piñones, dejando hacer hasta que las setas estén doraditas.
A la hora de emplatar echar el perejil picado por encima (le dará un toque de frescor).
Ideal como acompañamiento de carnes.

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