Revista Arquitectura

SFV Sports Pavilion

Por Redfundamentos @redfundamentos
OBRAS

SFV SPORTS PAVILION (POZUELO DE ALARCÓN, MADRID) · 24/01/2018

Light is more.

Sin duda, hablamos de Alberto Campo Baeza.

El nuevo Pabellón Polideportivo en el campus de la Universidad Francisco de Vitoria en Madrid da buena cuenta de por qué se le conoce como el arquitecto de la luz.

SFV Sports Pavilion

Fotografía: © Javier Callejas

El edificio, terminado el pasado año 2017, alberga usos de polideportivo y aulario. Incluye salas polivalentes, pistas deportivas, gimnasio, piscina, fisioterapia… Y Campo Baeza lo hace blanco, todo blanco.

El volumen exterior lo componen dos prismas paralelos unidos en su planta baja por un zócalo que a su vez funciona como acceso al edificio, cuya cubierta funciona como patio exterior de interrelación entre ambos. La materialidad y volumetría de cada uno diferencia sus usos entre deportivo y docente. Así, la pieza principal del proyecto queda claramente diferenciada al tratarse de una gran caja de luz traslúcida, de 60x50x12 m, tamizada y controlada, que juega a entrar en relación espacial con la plaza central del campus.

SFV Sports Pavilion

Fotografía: © Javier Callejas

El espacio de polideportivo se convierte en una caja en la que la luz rebota en cada arista.

La orientación es clave para controlar el uso de la luz como material protagonista: la fachada sur se cierra mediante un panel prefabricado de hormigón aligerado GRC para evitar el fuerte soleamiento, y permitir así la total apertura de la fachada norte, resuelta en su totalidad con vidrio translúcido. La fachada suroeste mantiene una divertida conversación con la noroeste; mientras la primera abre una banda baja en vidrio transparente con el fin de potenciar la relación del espacio interior con la plaza exterior, la otra lo hace en su parte alta, relacionándose así con el patio de la cubierta del zócalo.

SFV Sports Pavilion

Fotografía: © Javier Callejas

La estructura del pabellón se construye en acero: una retícula de pilares y vigas en fachadas y cerchas para resolver las grandes luces de cubierta. Todo pintado en blanco. El resto de la estructura es de hormigón armado, con la singularidad de vigas de gran canto sobre el espacio de las piscinas en sótano.

El resultado es un edificio sobrio y formal, sencillo, luminoso y blanco. Muy blanco.


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